A sus 61 años este vecino de Tudela, quien regenta la mítica tienda Cuadros Martínez-Sada, continúa formando parte del encierro de Tudela. A pesar de despedirse de las carreras más intensas, su perspectiva cada mañana de fiestas se ve desde dentro del vallado.
¿Cómo comenzó a correr?
A mí me viene la afición desde chiquitico de ver los encierros y las vacas porque nos pillaba muy cerca de casa. Empecé a correr cuando los encierros eran con vacas hacia mediados de los años 70.
¿Qué se siente al correr el encierro?
Dan las ocho menos cuarto y te preguntas ¿qué hago yo aquí? Y eso que aquí nunca ha habido problemas de apuros. Luego pasa el encierro y te quedabas tan a gusto charlando. Nosotros nos juntamos viejas glorias con mis amigos como Alberto Lorza, Jorge Dot y los que vienen de Pamplona. En el durante es adrenalina pura pero poco a poco se te pasa.
¿Dónde sueles correr?
A mitad de tramo. Desde la calle Peñuelas hasta el patinódromo.
¿Cómo describiría el recorrido del encierro de Tudela?
Es muy bueno porque los toros paran, aceleran y tienen que arrancar fuerte en la cuesta de la estación. Luego en la curva de la cuesta por el Camino Caritat se frenan un poquito, pero tienen toda la recta hasta el Parque de Otoño que van embalaos.
Pero tanto vallado es aburrido, el recorrido entre casas es diferente tal y como se ve en Pamplona.
¿En qué más sitios ha corrido?
En Tafalla era el sitio al que más íbamos y siempre hay muchos corredores de Pamplona. Y más jóvenes solíamos ir a Sanfermines que eso es la Champions.
¿Qué características hacen al buen corredor?
Pues el correr muchos años y saber coger sitio. El que empieza a correr el primer año, entre que te pones y te quitas, ya se ha pasado. Con los años te vas haciendo y cuando ves que no puedes pues te retiras.
¿Estas fiestas qué hará?
Bueno desde que me rompí el pie hace 12 años lo fui dejando pero seguro que desde la grada no lo voy a ver (risas).
