El periódico tudelano ‘El Porvenir Agrícola’ decía: “A causa de lo poco que ha llovido este año, la cosecha de cereales se espera poco menos que nula”. Por esta causa el Ayuntamiento acordó suspender la feria de ganado. Las temperaturas no obstante eran mucho más bajas que en la actualidad. Para hacernos una idea, quiero reseñar que, en los años 1923 y 1924, hubo en Tudela fuertes nevadas, las cuales, a causa de las bajas temperaturas les costaba desaparecer muchos días.
Tudela estaba cambiando, solamente un par de años antes, en 1921, para poderse celebrar baile en Fiestas de Santa Ana, se quitó de la plaza de los Fueros la Fuente de los angelotes y se puso el kiosco, que se inauguró en julio, siendo llevada la fuente al Paseo de Invierno, donde se inauguró el 28 de marzo de ese mismo año. También ese mismo año 1921 se inauguró en Tudela el conocido como Teatro Novedades, el primer teatro particular que hubo en la ciudad. Fue adquirido en Pamplona por unos tudelanos en abril de ese año. Era de madera y lo instalaron en Tudela en los locales que hoy ocupa la Telefónica en el Paseo de Invierno, lugar donde anteriormente estuvo la Plaza de Toros.
En el año 1923 nacía en Tudela un nuevo teatro, situado cerca del Prado, en el hoy Paseo de Pamplona, erigido por Agustín Serna, que se denominó ‘Teatro Cervantes’. El edificio estaba todavía en construcción, pero obtuvo permiso, para que pudiese actuar durante las fiestas, la Compañía del Gran Circo Americano de Madrid. Se inauguró el día 24 de julio y fue un gran éxito. En el Novedades, este mismo año 1923 actuó la Compañía de Comedias del Teatro Infanta Isabel de Madrid, que, de paso hacia San Sebastián, dio cuatro funciones en Tudela, debutando el día 26, hasta el domingo 29.
La banda de música daba ambiente a las fiestas
En aquellos años la Banda Municipal era la protagonista de las fiestas, actuaba por la mañana, por la tarde, por la noche y a todas horas, y acudía diariamente, –a excepción del día de Santa Ana– al Paseo del Prado a partir de las 11 de la mañana donde celebraba conciertos. Por la noche era ella la que protagonizaba el baile en la Plaza de los Fueros.
Para tratar de asentarnos en la época diré que este año 1923 se reanudó en Tudela la Fiesta del árbol, la cual no se había celebrado desde el día 25 de febrero de 1915. Igualmente, que en julio de este año 1923 se estudiaba la manera de construir una plaza de toros en la ciudad, ya que desde 1919 que se derribó la antigua, no se habían dado corridas en Tudela, motivo por el cual se notaba menos animación en las fiestas patronales.
Se vueven a quemar fuegos artificiales
En la noche del viernes 27 de julio, por primera vez desde que ocurrió la catástrofe de la traca en la plaza de los Fueros el día 28 de julio de 1914, en la que murieron 8 personas en el acto y tres más los días siguientes, y que hubo más de cincuenta heridos, algunos de ellos graves, se volvieron a celebrar Fuegos artificiales, en esta ocasión en la orilla del Ebro.
Las ferias se montaban en el paseo de invierno
En aquellos años las barracas se montaban en Paseo de Invierno y posteriormente pasaron al Muro, antes de ser trasladadas a las Herrerías y la Plaza de San Juan, hasta que, en 1970, un año después del cubrimiento del río Queiles, las ferias, barracas y garitas pasaron todas al paseo del Prado y el hoy Paseo de Pamplona. Es el sitio donde mejor han estado, el más céntrico, con capacidad suficiente para su cometido, y sin molestar a ninguna vivienda, pero sobre todo a donde tanto los chicos como mayores pueden ir andando, y donde han permanecido hasta 2022.
Actos oficiales de las fiestas del año 1923
El día 25 Diana por la banda de música y los gaiteros. A las 6 de la mañana salió la tradicional procesión de Santiago. Posteriormente a las 11 de la mañana hubo un gran concierto por la banda municipal en el Paseo del Prado. De nueve a once de la noche, baile público, en la Plaza de los Fueros.
El Día 26 a las 6 de la mañana se despertó a la gente con una diana general. A las 7 se celebró la procesión de Santa Ana la Vieja que algún periódico de la época definió como «tan clásica como siempre». A las 10 misa general en la catedral y a las 11 salió la procesión de Santa Ana.
Por la tarde noche a las 9 y media gran baile en la Plaza de Los Fueros.
El Día 27. Diana por los gaiteros.
A las 9 reparto de premios a los niños y niñas de las Escuelas Nacionales, celebrándose el acto en la Casa Consistorial, amenizado por la banda municipal. A las 11 y media concierto en el Paseo del Prado.
A las 9 de la noche en el Paseo del Prado se quemaron una bonita colección de fuegos japoneses acuáticos.
El Día 28. Diana por los gaiteros. Desde las 10 de la mañana llegada de las bandas que han de tomar parte en el alarde musical Concierto a las 11 de la mañana en el Paseo del Prado. A las 5 de la tarde, alarde musical en el Campo de la Deportiva Tudelana, tomando parte todas las bandas inscritas.
De 9 y media a 11 gran baile público en la Plaza de los Fueros. Al acabar, la banda se trasladó al Paseo de Invierno donde se celebró de 11 a 2 una gran verbena y desfile de carrozas, que el Ayuntamiento premió a las tres primeras con 400, 250 y 150 pesetas. Así mismo subvencionó los mejores puestos de helados y churros que se instalaron en el Paseo, no cobrando nada por el terreno ni por la luz.
El Paseo de Invierno estaba adornado con farolillos de colores a la veneciana, En el centro encima de la fuente, se montó un tablado, donde se colocaban los músicos. Muchas señoritas asistentes cubrieron su cuerpo con mantones de manila dando una nota típica y característica a la verbena.
Deportes
El tema deportivo a lo largo de las fiestas, más que por el Ayuntamiento estuvo organizado por La Deportiva Tudelana, equipo de futbol de la ciudad, constituido poco tiempo antes, que organizó los días 25, 26 y 27 tres interesantes encuentros:
El Día 25. Osasuna de Pamplona con Deportiva de Tudela.
Día 26. De nuevo se enfrentaron ambos: Osasuna y La Deportiva Tudelana. El primer día ganó Osasuna y el segundo La Deportiva tudelana.
El día 27 el Ainsa, equipo de la Azucarera de Tudela, contra un forastero.
Los días 28 y 29 se celebraron carreras de bicicletas. También hubo competiciones pedestres, de 100 y 1.000 metros, más otras de resistencia y de obstáculos, siendo repartidos premios a los ganadores. Por último, hubo también carreras de burros muy divertidas y lanzamientos de pesos.
Colofón final
Dice el periódico, una sola falta, se ha observado: la plaza de toros, cada vez más indispensable. Con la plaza de toros nuestras fiestas hubieran resultado completas y dignas de cualquier capital de provincia. Parece que el remedio quiere ponerse en ejecución, pues el ayuntamiento, haciéndose eco del sentir unánime de todo el vecindario, acogió la idea de la construcción de una plaza de toros por acciones.
