Con cariño, humildad y orgullo Paulino Osta Miranda, más conocido como ‘Pol’, muestra su cuidado huerto en la Mosquera. Un espacio construido con detalle y mimo que heredó hace más de 25 años de mano de su suegro y este de mano de su padre.
Ubicado en el término municipal de la Mosquera, la tierra es testigo y prueba al mismo tiempo de los años de dedicación que ‘Pol’ ha invertido en pos de la fertillidad. Su carácter alegre y cercano hacen de él un hortelano ribero de los de antaño.
No es de extrañar entonces que la mítica peña tudelana SDR Frontón lo haya escogido como Hortelano Popular para las fiestas de Santa Ana 2023.
“No tengo palabras para decírtelo, aquí no me manda nadie, aquí me siento el rey del mambo, esto es vida y salud”, narró ‘Pol’ con una gran sonrisa.
De hecho animó a aquellas personas que les interese cultivar que “vayan adelante porque esto es salud”, afirmó al tiempo que mostraba cómo mantiene la ilusión por tener cuidado el espacio e ir planificándolo año a año. La finca no solo se limita al cultivo, si no que tiene una caseta donde se han hecho “incontables” comidas y cada domingo almuerza con sus amigos.
A medio camino entre Arguedas y Tudela
Aunque oriundo de Arguedas, lleva viviendo en Tudela 52 de los 82 años que tiene. Hecho que ‘Pol’ mencionó con inquietud en varias ocasiones por si su procedencia pudiera levantar críticas.
Está casado con Fabiola Ustárroz y el matrimonio tiene una hija -Patricia- y una nieta -Victoria-. Ambas estarán presentes durante el homenaje tras realizar un viaje desde Inglaterra, lugar en el que viven y que durante la mitad del año visita el matrimonio jubilado para pasar tiempo con ellas.
Comenzó su labor agrícola prácticamente desde niño, ayudando a su padre en las seis hectáreas de tierra destinadas al cultivo de espárragos en Bardenas. A los 27 años, empezó a trabajar en la empresa Piher de Tudela, compaginando su empleo con el trabajo en los campos de otros hortelanos, ya que tenía una mula mecánica que le contrataban para preparar la tierra.
La huerta bajo mínimos
En el momento de conocer que iba a ser galardonado, el huerto de ‘Pol’ no estaba preparado para la ocasión.
Y es que los viajes que hace junto a su mujer durante la máxima estancia permitida en Inglaterra comprometen seriamente los cultivos de su tierra. Además, recibe cierta presión familiar y de parte de su mujer, quien no es especial amante del huerto y le sugiere que no haga esfuerzos y mantenga más reposo.
“Ya no voy a plantar nada más”, mencionó, refiriéndose a su edad avanzada. Sin embargo, mientras recorría su huerto en una improvisada visita guiada se les escapaban ciertos suspiros por “lo que pondría aquí”.
Reflejo de una realidad
A pesar de esta circunstancia que puede parecer adversa, la Sociedad Deportiva Ribera Frontón ha seleccionado un ejemplo perfecto del estado de la hortelanía tudelana en estos tiempos. Campos cuidados hasta la extenuación, tierra fértil y fina, la experiencia de décadas trabajando la tierra... Y sin relevo generacional.
El envejecimiento de los hortelanos de la Ribera es un fenómeno que no debería dejar a nadie indiferente en un momento histórico en el que la verdura y la agricultura se están promocionando como señas de identidad de la zona.
Todo su conocimiento, historia y buen hacer se va perdiendo paulatina e inexorablemente cuando un hortelano deja de cultivar y no tiene a quién transmitir sus conocimientos y consejos.
Mejoras y decadencia de la agricultura
A nivel de la agricultura general, el que será Hortelano Popular 2023 considera que la situación en el campo no recibe suficiente apoyo. “Yo pienso que cada cual vivimos de nuestro suelo y es una pena que el campo esté cada vez más abadonado”, expuso. “Tendrían que apoyarlo porque para lo que es en sí y el trabajo sufrido que conlleva si no no merece”, añadió finalmente.
Por otro lado, ‘Pol’ compartió una reflexión que mantiene con algunos de sus amigos cercanos. Y es que son testigos de cómo cada vez más vecinos de origen marroquí se aventuran a cultivar huertas. “Quizá pueda venir un relevo de esta parte pero no lo sé”, concluyó.
Osta reconoció por otra parte que el trabajo en el campo ha evolucionado positivamente, ya que antes todo se hacía a mano y ahora existe más maquinaria disponible.
Fiestas a otro ritmo
A su edad Osta reconoció que sigue disfrutando de las fiestas de Santa Ana pero con tranquilidad.
Entre las actividades de las que más disfruta están la procesión de Santiago, el desayuno a base de churros y chocolate tras el encierro y las Noches del Queiles a las que acude con su mujer Fabiola.
