Unas 900 personas podrían haber salvado la vida en 2008 si se hubieran respetado los límites de alcohol al volante, lo que supone que entre el 30 y el 50% de los accidentes mortales registrados en las carreteras españolas estuvieron relacionados con el consumo de alcohol.
Actualmente hay en prisión casi medio millar de personas por delitos de tráfico, el 87% por conducción temeraria con resultado de muerte o lesiones graves. En muchos de estos casos, los responsables conducían bajo los efectos del alcohol.