La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Alfaro ya tiene un nuevo integrante: al fin, Blanca Garcés de Navarra se ha reunido con su esposo, Sancho III ‘el Deseado’. Fiel a sus objetivos de aportar al patrimonio cultural local, la Asociación de Mujeres de Alfaro (Adema) ha donado al Ayuntamiento de Alfaro el gigante que representa a la noble navarra y que completa las dos parejas reales que bailarán en las fiestas alfareñas.
Varios meses atrás, y a instancias de los bailadores de los gigantes, el Ayuntamiento de Alfaro encargó al maestro artesano pamplonés Aitor Calleja la restauración de los tres gigantes alfareños. Estos trabajos les dieron más robustez, ganando 1 metro de anchura, lo que les otorgará más estabilidad a la hora de pasearlos y bailarlos.
A la par, la directiva de Adema encargó a Calleja la construcción del cuarto gigante para la comparsa alfareña. Hasta ahora, los alfareños han disfrutado de la magna imagen de Alfonso VII, rey de León y Castilla (1105-1157), de su esposa Berenguela, hija del conde de Barcelona (1116-1149) y de su hijo Sancho III, ‘el Deseado’ (1134-1158). La vinculación de la familia real con Alfaro se consolidó con Alfonso VII, que concedió numerosos privilegios a la ciudad, la reedificó y la repobló bajo el signo de la cristiandad, le dio su escudo actual con dos llaves y consideró hidalgos a todos los nacidos dentro de sus muros. Además, el matrimonio entre su hijo Sancho III y Blanca Garcés fue concertado en Alfaro, evitando la guerra entre Castilla y Navarra.
Por esta relación, Alfaro les dedica sus gigantes, una comparsa de más de 3’5 metros de alto y uno de ancho que ahora se completa, y que se expone en la sala museística Graccurris y que saldrá a bailar en los días de fiesta grande.
