Plumas al cierzo

Villancico agridulce

Alejandro Ros Satrústegui​ nos escribe este poema.
Alejandro Ros Satrústegui
photo_camera Alejandro Ros Satrústegui

Las luces de las calles
este diciembre 
brillan centelleantes,
entre la nieve.

Y se oyen villancicos
en almacenes,
tiendas y restaurantes,
llenos de gente.

En las cenas de empresa,
se dan presentes,
y brindan con el cava
los asistentes.

Y los días señeros
comen percebes,
chuletas y turrones
por San Silvestre...

Mas no se oyen las quejas
de aquellos seres
que viven la pobreza.
¡y el hambre muerde!,

Y las enfermedades
que nos sorprenden,
y los días de niebla
que hay en la mente...

Y, en el solsticio, ahora,
cuando el sol vuelve,
en otra Navidad
Jesús desciende,

Y en un pobre Portal
se nos ofrece
para darnos la Vida,
que nunca muere.