Plumas al cierzo

La noche (El peligro de las noches sin sueño)

Martín Landa Marco nos escribe este poema.
Martín Landa Marco
photo_camera Martín Landa Marco

La noche de insomnio permite ver, pensar y aborrecer a tantos vendedores de humo que florecen en sociedades mediocres.

Donde la desinformación programada y militante  se enorgullece en la ignorancia que alimenta.

Da igual cual sea el tema; sea una pandemia o, de cómo se nos venda una guerra…

¡Que malas son las noches de insomnio!, cuando permiten pensar.

Salirse del carril de la uniformidad apabullante y de la ignorancia promocionada y programada durante las 24 horas del día y de la noche.

De tertulias de cínicos bien pagados, que alardean de cinismo, y de hablar más alto.

Tertulias de ponzoña mentirosa donde la verdad es secuestrada.

¡Ay la noche!

¡Ese enemigo, que a través del insomnio y del silencio, lleva a la reflexión!

Enemigo peligroso a combatir del modo que sea.

¡Hay que dormir a ese enemigo de la ignorancia y de la desinformación! Programada a conveniencia de tantos intereses no declarados.

¡Recetarles Diazepam, por favor! ¡Terminar con esas noches sin sueño! Que acaban por convertirse en noches de reflexión. Y, en el peligro del silencio de la noche.

¡Ay la noche! ¡Pobre de la noche! Cuando ayuda a pensar y a reflexionar sobre tantas mentiras, inyectadas cada día, como verdades incuestionables.

Será la Luna, serán, seguro, los lunáticos de la noche.

Celebren las fiestas de Navidad si son creyentes, del Solsticio de Invierno si no lo son, o de la despedida del viejo año y la llegada del nuevo si el pragmatismo guía sus vidas.