Plumas al cierzo

Nacimiento

José Isidro López Fumero nos escribe este relato.
José Isidro López Fumero
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Los evangelios cristianos, creadores de palabras, narradores de la vida que recrean tu descenso con intensas poesías salpicadas de alabanzas, me proponen una fecha pero temo que en el fondo no he cuidado los detalles.

No hay un texto secular que me de la datación con total seguridad pero puedo imaginar la belleza del portal donde anhelo recrear tu anunciado nacimiento.

Aunque ando muy perdida y tal vez desubicada, hoy acaba de llegar de galaxias muy lejanas, una estrella plateada. Su misión es alentar el fervor subliminal que produce la llegada de tu luz acogedora.

Con el tiempo las palabras se han venido haciendo amables, aparecen muchos cambios. 

Angelitos que protegen las esquinas de mi cama aún conservan su confianza, me transmiten su deseo de que vamos a salvarnos.

Cuando inicies el descenso yo prometo liberarte de doctrinas inestables, yo prometo protegerte de los fríos invernales, de las almas condenadas al infierno que aparenta, a la vista de las llamas, totalmente innecesario.

En mi lista de deberes tú eres la primera letra, el primero de mis sueños, el capítulo final. Necesito confesarte que te siento palpitar en la paz de mi interior. 

Anunciar tu nacimiento es un signo de esperanza, de alegría y de placer, pero tengo que decirte que hay motivos para el llanto; hay verdades dolorosas y tú tienes que saberlas.