Si hablamos de las “NO FIESTAS”
-y pues toda negación
implica una afirmación-
nos quedaremos con estas
sencillas y tiernas gestas
que son las fotografías.
Revisarlas estos días
nos servirán de reposo
con su nostálgico poso
que es vivencia de alegrías.
Y pues dicen que “no hay mal
que por bien no venga”, haremos
que los sueños que soñemos
sean algo muy especial.
Que sigue en la Catedral
nuestra Patrona Santa Ana,
por lo que su tan cercana
y cariñosa presencia
nos consuela de la ausencia
de la Fiesta tudelana.