Hay un libro de José María Iribarren que se titula El porqué de los dichos, en el que explica el origen de muchas de nuestras expresiones cotidianas. Un libro similar nos haría falta para saber el origen de muchas canciones populares, que alguien, alguna vez y por alguna razón, las compuso. ¿Quién no conoce esta letrilla?: “El vino que vende Asunción ni es blanco ni es tinto ni tiene color. Asunción, Asunción echa un medio de vino al porrón”.
Pues esta canción, que ha dado la vuelta al mundo, dicen que está dedicada a Asunción Montero (1902-1975), de apodo La Pea, esposa de Cenón Izura, que vendían vino casero en la calle Mayor de Tafalla. Era la suya una de aquellas tabernas particulares, con barrica de roble y suelo con paja, en las que vendían su propia cosecha. Una pequeña bandera colocada en la puerta de la calle, indicaba a los bebedores que el vino nuevo ya estaba para catar. Allí entraban, airosos, y salían luego como podían. En una ocasión fueron a Tafalla a cantar los famosos “Bocheros”, y acabaron en la taberna de la Asunción. El buen vino inspiró a los artistas y le sacaron la canción, que con el tiempo se convirtió en un incomparable himno a la juerga.
Así, al menos, nos lo ha contado su familia.
Martín Parrondo
- El Museo Muñoz Sola de arte moderno, situado en la Casa-Palacio de los Beráiz de Tudela, recoge una variada colección de pintura francesa del siglo XIX que el pintor tudelano César Muñoz Sola (1921-2000) fue coleccionando a lo largo de su vida. Estas pinturas representan sus gustos artísticos y esta vinculación la vemos en las obras pintadas por el artista tudelano, que también exhiben. Su caldidad técnica y su fiel representación de la realidad le sitúan entre uno de los mejores pintores navarros del siglo XX.
