Nabarrerías

Escándalo en la calle. Un tal Barrabás, se enzarza contra Eugenio Sánchez, por malquerencias entre las mujeres, según decían. Acudieron los justicias y sonó un disparo. En el suelo apareció una pistola de dos caños, marca Leffancheux, que aquella temporada, año de 1896, abundaban en la ciudad. Como su nombre indica, Barrabás era personaje de cuidado. Tenía fama de madrugar para visitar los huertos ajenos, se llenaba las alforjas y dejaba a cambio sus excrementos, para fiemo.

La leyenda dice de él que antes de salir el sol ya estaba en el lugar elegido y recitaba la siguiente oración: “Buenos días alubiar/ en el de las verdes hojas/ aquí está Barrabás/ con sus alforjas./ Cojerá, dejará,/ y mañana volverá/ ...si no está el amo.”

Y del dicho al hecho, cogía alubias, defecaba... y hasta el día siguiente.

Martín Parrondo