Nabarrerías

En el año 1654, las Cortes de Navarra ordenaron al jesuita de Pamplona José Moret Mendi la tarea de escribir los hechos ocurridos en el reino desde los más remotos tiempos “para rebatir las falsedades vertidas secularmente contra Navarra”. Murió 33 años después sin haber concluido su trabajo que fué continuado por Francisco de Alesón, natural de Biana. El Papa demoró cinco años el permiso para que Alesón pudiera escribir.

En la primavera de 1657, José Virto, salteador de caminos, fué descubierto y detenido en las cercanías de Marcilla. Ejecutado, su cabeza fué clavada in eternum en un palo enhiesto allí donde había dado muerte a un convecino suyo, con la prohibición de quitarla, so pena de que el que lo hiciera recibiera el mismo castigo.

En el año 1676 y debido al déficit de remos en los barco de la Armada castellana, el Cosejo Real transmitió al virrey de Navarra la disposición de que todos los gitanos descubiertos en el Viejo Reino fueran detenidos parra ser conducidos a galeras.