A sus 80 años, Manuel Angós Ibarra ha recibido el Galardón AER (Asociación Empresa Ribera) de ‘Reconocimiento a toda una Trayectoria Empresarial’. Al frente de su emblemática empresa de mecanizado, reparación y mantenimiento industrial son ya tres las generaciones que han volcado su esfuerzo en el Taller Moderno.
¿Qué ha supuesto para usted el reconocimiento de AER?
Es una satisfacción muy grande y un orgullo por supuesto, a nadie le amarga un dulce, ¿no? (Risas). Es una cosa que no esperaba porque hay gente muy válida por ahí y tengo que reconocer que estoy muy orgulloso, no puede ser de otra manera. Mi trayectoria diría que ha sido dura porque ha habido momentos muy malos al principio,. luego poco a poco se va rulando.
¿Qué es lo que más disfruta de lo que hace en su trabajo? ¿Por qué?
Que es agradecido porque arreglas piezas y la gente es muy agradecida, valoran sobre todo la rapidez. Mi padre era mecánico de los de antes, un auténtico reparador de piezas porque no podías comprar nuevas, no había. Lo que yo domino y me gusta más es el torno, es lo que aprendí estudiando en la ETI y en lo que he estado siempre.
Taller Moderno es un negocio que suma 83 años, ¿cuáles son las claves de este éxito?
La gente que ha estado en el taller, siempre han sido muy buenas personas y profesionales. Cuando me puse al frente tuve la suerte de coger gente muy buena a mi lado y ese factor humano es muy importante. Siempre ha habido gente muy formada, entonces y ahora.
A pesar de que a su edad sigue activo en la empresa, ¿cómo fue ceder el testigo y cómo recuerda cuando su padre se lo cedió a usted?
Mi padre era muy buen mecánico y yo tuve que hacerme cargo en 1961 de la oficina y la contabilidad y hasta ahora, Cuando él murió estuve con mi hermano 35 años y en 2006 nos separamos y me vine con mis hijos al Polígono Las Labradas. Desde entonces, la empresa ‘Manuel Angós e hijos’, sigue por mis hijos que son muy válidos. Si no fuera por ellos no seguiría el taller en el que somos ahora nueve personas incluyéndonos.
¿Cómo ve el futuro de Taller Moderno? ¿Sus nietos cogerán el relevo?
Las cosas están un poco raras de trabajo pero es difícil que caiga el taller, todo puede pasar, pero todas las empresas no fallan a la vez. Trabajamos con todo tipo de empresas, fábricas, talleres. Tengo dos pequeños, al de ocho añicos le gusta el taller y sería una ilusión muy grande que siguieran con esto. Que siguiera la cuarta generación sería bonito y raro en España porque ver esa continuidad en un taller es muy difícil.
A lo largo de su trayectoria ya se habrá enfrentado a contextos de crisis como el de ahora, ¿cómo hacerles frente?
No sabemos lo que va a pasar en realidad y creo que va a haber cambios para mal. Habrá que adaptarse y no perder. Puedes estar a la par o ganar poco, pero perder nunca. Con todas las crisis que ha habido y los más de 60 años que llevo trabajando y en todas las crisis hemos ido remontando. Eso sí, actualmente creo que esta crisis es la peor de todas las que ha habido.
¿Qué consejo daría a las personas que quieren emprender un negocio?
Muchas ganas y mucho tesón. Montar un negocio no es lo mismo que estar en una fábrica, hay que sufrir y mucho. Cada uno tiene su forma de ser, y yo, nunca he sido obrero. Y eso que estuve a punto de cerrar... Doy las gracias a mi mujer por su apoyo. Mi consejo es que hay que seguir a pesar de los reveses, crecer con la adversidad.
