Hay mucha gente que cuando hace un regalo quiere que lo recuerden, que sea original y les deje un buen sabor de boca. Existen muchas formas de hacerlo, dependiendo de los gustos de a quien se lo regaláis.
Un fin de semana en una casa rural, que no esté demasiado lejos de donde viven los novios, lo justo para escaparse a cambiar de aires y relajarse en plena naturaleza. Es una opción perfecta para las parejas a las que les gusta pasear entre montañas y árboles y respirar aire puro.
Si son más aventureros, podéis regalarles unas clases para pilotar un avión, tirarse en paracaídas, o hacer deportes de aventura como escalada, rafting, piragüismo... Y por la noche nada mejor que relajarse en un hotel con spa y preciosas vistas.
Puede que tengáis entre manos a unos sibaritas. No hay problema, una ruta de degustación por la zona que más os guste es la mejor opción. Hay muchas y muy variadas opciones y para darle el toque de gracia, un taller de cata de vinos en la que descubran los misterios de los mejores caldos.
¿A quién no le relaja un buen masaje? Tras los nervios de la boda y el relax de la luna de miel llega la temida depresión postboda. Un bono con distintos tratamientos de belleza y relajantes en pareja hará las delicias.
Además, tanto para comulgantes como, sobretodo, para novios, hay establecimientos como Vice Versa, sito en la plaza de la Constitución de Tudela, teléfono 948 82 58 05, que sabrá encontraros ese "algo" especial que estáis buscando para ese día.
