El Consejo de Ministros autorizó el pasado viernes 99,4 millones de euros más para la construcción de recrecimiento del embalse de Yesa sobre el río Aragón. Desde que las obras se iniciaran en el año 2001, el Ministerio ha invertido 102 millones de euros, y no está proyectado que las obras finalicen hasta el 2016.
Éste es el último movimiento por parte del Estado desde que se produjera el visto bueno, dado en agosto de 2010, después de tres años de estudios, para activar los trabajos de construcción totalmente.
Muchos son los críticos con este proyecto, que lo ven inseguro y que supone muchos gastos y recursos en un momento como el que vivimos de crisis económica, por no hablar de las graves consecuencias que provoca en su entorno, según indican desde la Asociación Río Aragón. Para cuando las obras finalicen, dentro de 5 años, el embalse tendrá 1.079 Hm3 y permitirá tener un regadío de 110.000 hectáreas.
En septiembre de 2004 fue la Comisión del Agua quien decidió que la ampliación de Yesa no debía inundar Sigüés, y ya son tres las modificaciones que ha sufrido este proyecto hasta quedarse en la actual cota media y así, reducir en la medida de lo posible su impacto medioambiental.
