Animadas y muy concurridas resultaron las fiestas que el Casco Viejo de Tudela celebró durante el fin de semana en honor a San Pedro. Un año más, y ya son treinta, el barrio más antiguo de Tudela congregó en sus calles a centenares de tudelanos.
Tras el disparo el viernes del tradicional cohete por la peña Andatu, pequeños y mayores pudieron disfrutar con numerosos juegos y un pasacalles a cargo de la Banda Municipal de Música y los Gaiteros de Tudela.
Si la música animó el ambiente, mucho más lo hizo la cena popular que cada año se realiza en la plaza Mercadal y que este año resultó un éxito en cuanto a participación. Además, los comensales pudieron disfrutar de una amenizada sobremesa en la que muchos se animaron y marcaron unos bailes al ritmo que marcó la orquesta Musichall.
El fin de la fiesta vino marcado, como es tradición, con la quema en la hoguera de Don Cierzo. Al que sin duda es el acto cumbre de las fiestas, le siguió una verbena y una queimada popular en la calle Caldereros.
