La Tercera División sufrió una reestructuración el pasado verano por la cual Navarra y La Rioja pasaron a ser grupos independientes. Hasta entonces conformaban uno solo, con lo cual cada comunidad cuenta con cuatro plazas de ascenso a Segunda B. Un cambio bien recibido por ambas federaciones. “A mí me gusta mirar siempre hacia adelante y para nosotros ha sido muy positivo. Todavía estamos al principio de estar sólo en un grupo de 18, pero estoy contento porque nos está permitiendo que nuestra Tercera sea más competitiva. Antes había más diferencias entre unos equipos y otros y ahora se están acortando”, comentaba Luis Mendoza, presidente de la Federación de La Rioja, quien visitó recientemente la Ribera acompañando a la Selección Sub-18.
La comunidad vecina contó con un equipo en Primera División, el C.D. Logroñés, durante nueve temporadas, aunque su regreso parece todavía muy lejano. “Es difícil, sobre todo por la desunión que hay. De alguna forma no se es capaz de que ningún equipo se convierta en referente y tire hacia delante. El Logroñés, el de siempre, está en vías de solucionar sus temas económicos y esperemos que se haga en el menor tiempo posible”, admitía Mendoza,
Pero para contar con un equipo de Primera, también es necesario trabajar desde muy abajo y viceversa. “A pesar de contar con una población pequeña gracias al fútbol base, exportamos bastantes jugadores al Osasuna, la Real y equipos así. Pero también es complicado, si no tienes una referencia arriba, tirar de la base. Pero estoy contento en el sentido de que están saliendo chavales, y aunque perdemos efectivos, con las selecciones hacemos un papel digno”, concluía.
