El Gobierno de Navarra estudia ahora nuevas alternativas para el tratamiento de los residuos urbanos después de descartar la instalación de una incineradora para quemar basuras, una de las principales apuestas del
Plan Integrado de Gestión de Residuos de Navarra 2010-2020 -aprobado hace más de un año- y cuya puesta en funcionamiento estaba previsto para 2015.
El giro en la política de residuos con la entrada del PSN al gobierno navarro, coincide por otro lado con el proyecto ofrecido por la empresa Cementos Portland Valderrivas al Ejecutivo navarro, en el que plantea utilizar para la planta cementera combustibles distintos al coque de petróleo, tales como la biomasa y otros residuos. La medida es un éxito para los ecologistas que criticaban el Plan.
