Tras más de dos años de obras, en las próximas semanas abrirá sus puertas al público la casa-museo de Santa Vicenta María. Un espacio que, según señala la madre superiora provincial de la zona Ibérica Nordeste, Purificación Prada, surgió como “una necesidad de la propia gente que conoce a la Santa de saber más cosas acerca de su vida, como el lugar donde nació”.
Una Santa cascantina
Para llevar a cabo el proyecto, la congregación adquirió un edificio de tres plantas anexo a la casa natal de la Santa, ubicada en la calle Vicente Dutor. Así, a través de objetos personales, recreaciones, documentos y fotografías se realiza un recorrido por la vida y obra de esta vecina de Cascante, que fue elevada a la categoría de Santa el 25 de mayo de 1975. “La visita comienza por el zaguán de la casa original, donde se pueden ver las habitaciones de la familia. Desde aquí, se pasa al museo, que está concebido de forma cronológica”, explicó Prada. De esta manera, el tercer piso está dedicado a la infancia de Santa Vicenta María; el segundo, a su llegada a Madrid, su decisión vocacional y fundación de la congregación. En el primer piso se trata su muerte, mientras que la planta baja recoge la expansión geográfica de la congregación. El museo, que fue inaugurado oficialmente el día 16 con una ceremonia a la que asistió el presidente Miguel Sanz, ha sido recibido con gran alegría por los cascantinos. “Están muy contentos. El museo ha causado gran expectación, ya que muchos no se esperaban que fuera tan grande”, comentó la superiora.
Santa Vicenta María nació en Cascante en 1847. A los 10 años, marchó a Madrid, donde, en 1876, fundó la congregación de las Hijas de María Inmaculada, dedicada a dar cobijo a las jóvenes que llegaban a la capital para trabajar en el servicio doméstico. A su muerte, la congregación tenía 5 casas en España. Hoy, cuenta con 129 repartidas por todo el mundo.
