Parece que al camionero el GPS le ha jugado una mala pasada. Seguramente llevaba destino a Ólvega, donde tiene su sede esta empresa de transportes. Ha subido hasta Gutur y… ha tenido que retroceder marcha atrás hasta el Portillo. Allí ha podido dar la vuelta y regresar hacia Aguilar.
Y parece que no ha sido el único, pues la señal deteriorada que hay al llegar a la ermita es fruto de otro camión al que le pasó lo mismo y, al dar la vuelta, 'se cargó la señal'.
Esto nos recuerda a otros casos más graves que han ocurrido en Ezcaray donde dos camiones de gran tonelaje, con destino a Rusia, terminaron en una de las pistas forestales de Ezcaray.
