Al oeste de la cadena pirinéica se encuentra La Pierre Saint Martin, precioso pueblo de chalets diseminados en un bosque de pinos y de residencias a pie de pistas, en el corazón de un paisaje excepcional. Se encuentra en el valle de Barétous (Bearn), colindante con el Valle del Roncal, protegida de los vientos del sur que llegan de España por las cimas del Anie y el Arlas. Un dominio esquiable de 55 hectáreas, ideal para la familia y los niños, en la que todas las disciplinas, esquí alpino, de fondo o raquetas, son posibles. De hecho, “cerca del 15% de nuestros visitantes son españoles, la mayoría vascos y navarros”, comentaba el Director de explotación de la estación, Franck Lucchese. Para llegar desde Pamplona se puede coger la N240 en dirección Jaca y después de Yesa subir por el Roncal hasta Isaba.
Modernización
Con 23 Kilómetros esquiables, La Pierre destaca por la bondad de sus pistas: 3 verdes, 9 azules, 5 rojas y 1 negra, que desciende hasta la cota 1527. Además los esquiadores de fondo tienen la oportunidad de practicar su deporte en dos zonas muy diferenciadas: a tan sólo 2 kilómetros se encuentra el bosque de Le Braca con 25 Km. de pistas trazadas para esta modalidad, y a 6 Km, la zona de Issarbe tiene un total de 31 Km, de pistas abiertas para raquetas.
Diferentes formas de disfrutar
La nueva temporada, que dará comienzo el próximo día 25, cuenta con novedades. El Consejo General de los Pirineos Atlánticos ha invertido más de 5 millones de euros para mejorar los equipamientos de la estación. Durante el verano se han modificado totalmente las pistas del espacio de principiantes para crear un nuevo “Espacio de Iniciación”, con la instalación de 2 cintas transportadoras que permiten alcanzar las cotas más altas. Además, “se ha instalado un telesilla de 4 plazas con una capacidad de cerca de 2.400 personas por hora”, señala Lucchese. La ampliación del sistema artificial, con 10 nuevos cañones, garantiza la práctica del esquí durante toda la temporada.
Otras estaciones
En La Pierre Saint Martin cuenta con dos variedades del deporte blanco. Por un lado el ski-joering, una alianza entre el caballo y los deportes de deslizamiento en plena naturaleza, y por otro, la asociación Handi-ski, propone descubrir los placeres del esquí a las personas en situación de minusvalía.
