Dieciséis de las dieciocho escuelas de jotas que actualmente funcionan en Navarra y La Rioja se dieron cita en el X Festival Valeriano Ordoñez de Cadreita. Un evento que desbordó todas las previsiones no sólo en número de voces, sino principalmente en público asistente. La sede del Casino La Unión de la localidad ribera se quedó pequeña, literalmente, para acoger a los más de un millar de espectadores que no quisieron perderse esta ineludible cita con el folclore navarro, que se ha convertido ya en todo un referente. Algo logrado no sin esfuerzo por parte de la junta del propio casino a quien se debe la organización de este festival, en colaboración con el Consistorio cadreitano y con varias empresas locales. El presupuesto ronda los 3.0000 euros.
Varios homenajes
Las escuelas participantes fueron las siguientes: Alfaro, Calahorra, Marcilla, Peralta, Ribaforada, Buñuel, Sartaguda, Tudela, Milagro, Cortes, Rincón de Soto, San Adrián, Pamplona, Castejón y la anfitriona, de Cadreita que, precisamente, debutó en el X Festival. En total más de 400 voces que deleitaron a un público venido de todos los puntos de la Comunidad Foral.
Desde sus primeros años, el festival reserva un pequeño espacio a los homenajes. En este caso, se habían reservado dos póstumos, uno para el recientemente fallecido Manuel Sánchez Aguado, jotero murchantino más conocido como Manuel de Pamplona; y el otro para el también desaparecido Domingo De Miguel, fiel colaborador de este festival y promotor musical. Recogieron las placas conmemorativas los dos hermanos del primero y los hijos del segundo, bastante emocionados en ambos casos. El tercer reconocimiento fue para Elena Leache, profesora de la escuela de Pamplona.
