Nació como una jornada de exaltación de la cereza de Milagro con vocación de llegar a ser un baño de multitudes y ya lo es. La Fiesta de la Cereza de Milagro se ha convertido en una cita ineludible en el calendario de la Ribera y, de año a año, no sólo gana en organización y preparativos, sino también en número de visitantes y kilos de cereza a los que se da salida desde el municipio de, manera incalculable. Así ocurrió el pasado domingo en que tuvo lugar la celebración del VII Día de la Cereza y en que sólo los más madrugadores pudieron hacerse con una muestra del producto estrella, en alguno de los puntos de venta instalados por particulares, antes de que se agotara. A la masiva asistencia de visitantes se unieron numerosas autoridades y personalidades.
El pregón corrió a cargo del misionero, hijo de Milagro, Ángel de la Victoria y se realizaron varios reconocimientos y distinciones, además de varios concursos y espectáculos de animación infantil y musical.
