Cabanillas volvió a vestirse de fiesta durante el pasado fin de semana para celebrar sus fiestas de primavera. El deporte, de la mano del campeonato local de paleta goma, un cross infantil y la tradicional Joya, tuvieron su hueco en estos festejos dedicados a San Roque, en los que también los vecinos pudieron disfrutar de una comida popular a base de paella, actuaciones musicales así como encierros. Pero si hubo un acto que contó con una participación y seguimiento especial, ese fue la colocación del tradicional Mayo. Los quintos que este año cumplen 18 años fueron los encargados de levantar un chopo de grandes dimensiones (suele medir entre 12 y 15 metros) y plantarlo en mitad de la plaza. El acto estuvo amenizado con el reparto de pastas y moscatel.
Durante las fiestas también se recordó el hermanamiento de la localidad ribera con Saint Victurnien, realizado en 2006 en estas mismas fechas, con el descubrimiento de una placa homenaje.
