La nueva variante de Buñuel, cuyos primeros trabajos se iniciaron el pasado mes de agosto y que ha sido ejecutada por fases, podría estar lista en un mes. Ello supondrá la desviación del tráfico pesado y agrícola, que diariamente circula por la travesía, hacia la nueva variante, por el sur oeste del municipio. Los trabajos llevados a cabo para completar el nuevo trazado han contribuído, además, a embellecer el pueblo con nuevas rotondas y zonas ajardinadas. Incluso se ha ganado espacio para ampliar el aparcamiento del cementerio municipal con el derribo de un antiguo matadero.
La nueva carretera se extiende a lo largo de 1800 metros y tendrá dos carriles de 3 metros de ancho cada uno, arcenes de metro y medio y terminación con glorietas de 30 metros de diámetro. El proyecto podría ser prolongado en un futuro, un kilómetro más, para enlazar con el cruce de la carretera que une Fustiñana y Tauste.
La nueva variante, unida a otras mejoras en infraestructuras acometidas en el municipio ribero en los últimos tiempos por valor de 900.000 euros, han dotado a Buñuel de un cinturón urbano de aproximadamente cuatro kilómetros y medio, algo pionero en la zona
