Medio millar de alfareños pusieron en la fresca y nublada mañana de este domingo sus pasos al servicio de la solidaridad. En sus bodas de plata, la Marcha Solidaria puso el colofón a la XXV Campaña de Cuaresma, la tradicional y consolidada iniciativa benéfica impulsada por los tres colegios alfareños de la mano de la parroquia y de diversas entidades y empresas.
Iniciada en febrero, la Campaña de Cuaresma ha vivido en estos meses numerosas iniciativas, sobre todo en abril, como el Rastrillo Solidario, la venta de claveles el Día de la Solidaridad, el Festival Benéfico en el pabellón del IES Gonzalo de Berceo o la recogida de donativos… y llegaba a su final este domingo con la Marcha Solidaria, que terminó de sumar fondos a favor del proyecto de esta edición: apoyar el proyecto de ayuda humanitaria y reconstrucción de estructuras escolares dañadas por el tifón Yolanda en otoño pasado en la región de Visayas, en Filipinas, promovido por los Hermanos de La Salle.
Esta Campaña de Cuaresma ha tenido un especial significado para los vecinos pues, después de 24 años llegando a zonas desfavorecidas de todo el planeta, han sentido como propio el azote del tifón en Filipinas, en una zona donde el santo alfareño Ezequiel Moreno trabajó durante varios años.
Nacida en sus primeros años en el seno del colegio La Salle-El Pilar, la Marcha Solidaria se ha abierto en los últimos años a todo el pueblo y, organizándose en domingo, logra mayor repercusión y participación. Y con buen ánimo pese a la fresca mañana, la Marcha invitó a realizarla corriendo a los aficionados al atletismo –empujados por el Club Inferno- y andando al público familiar, incluidos bebés en sus carritos, eligiendo entre dos recorridos según sus condiciones, de 5 ó 7 kilómetros.
