Dice el Sr. Marín:
- "El mundo del toro se ha politizado últimamente de manera brutal..." Verá: a la inmensa mayoría de las personas antitaurinas no nos importa nada la política en lo que respecta a este tema, lo que nos mueve es la reivindicación de una sociedad que no torture y mate animales por diversión, como en esa tradición propia de tiempos bárbaros llamada corridas de toros. En Tudela llevamos bastantes años organizando una concentración antitaurina anual, la hemos hecho con gobiernos de derechas y con gobierno de izquierdas, como en la legislatura pasada, y la continuaremos haciendo el tiempo que haga falta.
- "...y ya se sabe que los temas que toca la política acaban distorsionados". ¿Distorsionados? Igual se refiere a que las corridas de toros son una costumbre cada vez más cuestionada y rechazada, si es por eso, bendita "distorsión".
- "El llamar asesino a un torero, el alegrarse de una cogida, el menospreciar a los asistentes a un evento taurino, amparándose en el derecho de expresión, no es de recibo". Fíjese: si por las personas antitaurinas fuera, no habría ni una cogida y ni un torero herido o muerto, sencillamente porque esa aberrante costumbre hace mucho tiempo hubiera desaparecido, ni siquiera hubiera existido. Yo no me alegro por una cogida, pero tampoco lloro, ese torero se está ensañando de manera cruel, injustificada y premeditada contra un pacífico herbívoro que no es un peluche y que se puede defender, demasiado poco hacen mientras agonizan, acorralados por un matarife vestido de luces y por su escuadrón de la muerte, armado con todo un arsenal de matanza. Tampoco les suelo llamar asesinos, pero la realidad es que asesinan al toro (asesinar, según la RAE, es "matar a alguien con alevosía, ensañamiento o por una recompensa", los animales son alguien, son seres vivos, no son objetos). Pero le diré más: en una sociedad del todo civilizada debería ser un escándalo el hecho de torturar y matar animales por placer, convirtiendo su muerte en un espectáculo público cuyo colofón es arrancar a esos animales sus apéndices, orejas y rabos, y exhibirlos como trofeos. Ese es el verdadero escándalo, ese es el verdadero horror, mucho mayor que el de la terminología gruesa.
En cuanto al público, ya lo dijo Blasco Ibáñez: "En las corridas de toros la única bestia presente es el público". Sinceramente, no le faltaba razón. Aunque si prefiere un trato más fino, hay una famosa viñeta de El Roto que dice: "La plaza llena, y ni un alma".
- "...sí que deseo que no se utilice el mundo del toro, se menosprecie o se humille". Por supuesto que es despreciable: las corridas de toros son un tipo de maltrato, el que se ejerce contra los animales, y todo maltrato y toda violencia son despreciables. Tolerancia cero, basta ya de normalizar ese tipo de violencia. Necesitamos una sociedad que fomente valores tan necesarios como la empatía y la compasión.
"...muchas familias viven del toro, contribuye a la riqueza del país...". No es cierto, pero no porque lo diga yo, sino porque Avatma (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la tauromaquia) lo tiene perfectamente documentado, no sólo que el empleo que genera la tauromaquia es escaso y temporal sino los millones de euros que han recibido las ganaderías de lidia a través de la PAC (Política Agraria Común) más los que reciben las 5 asociaciones del toro de lidia que hay en España. Más bien somos el país quienes contribuimos a su riqueza.
- "hoy en día cualquier opinión se plasma no con argumentos y razonamientos". Eche un vistazo, por ejemplo, a la página de Facebook de No a la Tauromaquia en Tudela, del Colectivo Tudela Antitaurina: está llena de argumentos y razonamientos. Reivindicamos la abolición de costumbres sangrientas y destructivas, apostamos por aquellas que ayuden a construir una sociedad mejor. El maltrato a los seres vivos no merece ningún respeto. Y lo que sin duda vamos consiguiendo es que exista debate sobre este tema y una mayor y mejor conciencia".
