Navidad. Una canción
en la que el verso más chico
tiene aire de villancico
y regusto de turrón.
Quizá no haya otra ilusión
mayor que la Navidad,
acaso por le ansiedad
de oír esa verdad pura
de GLORIA A DIOS EN LA ALTURA
Y AL HOMBRE EN LA TIERRA PAZ.
Paz alegre dulce y bella,
pera poder disfrutar
del pavo que se va a asar
y del cardo de Corella.
Paz de cielo, paz de estrella,
de eses estrellas que van
guiando con dulce afán
a los tres Magos de Oriente,
mientras le hincamos el diente
a un trozo de mazapán.
¡Qué noche más deliciosa
la noche de Navidad!
Noche buena, noche hermosa
en la que todo es bondad
y todo se hace de rosa.
Hasta una simple gaseosa,
nos sabe al mejor champán,
si, después del mazapán,
y tras de salir de Misa
la saboreamos sin prisa
mientras, lentas, las tres dan.
Ahora, pues, una sonrisa
y una feliz Navidad.