Es de noche
El cielo llora copos que tintan el suelo de blanco.
Los cuerpos se fruncen con el calor del frío.
El crepitar del calendario anuncia la noche más vieja y el comienzo del año.
Los árboles a la Carrera y el Muro se acicalan con hebras de espumillones y esferas navideñas.
En la balconada se asoma el vientre de la Madre bendecida; a su lado, el carpintero observa la plaza.
Era de noche, cierto, de noche.
Las calles cambian de cara.
Las caras se vuelven alegre alegría.
Las luces se encienden.
Transformación
Desde el Oeste hasta Oriente se despierta el espíritu navideño: la Catedral, la plaza Vieja y la Nueva, la Magdalena, La Virgen de la Cabeza, la carretera Zaragoza, las Claras, el Barrio de Lourdes, el del Instituto, la Plaza de Europa, la del Padre Lasa, los corazones de Jesús y María.
El pueblo con cohortes de calles se viste de fiesta.
Los villancicos alegran, las panderetas bailan, los colegios descansan a cal y cantan también.
Un día fue noche
Otro alumbrado
El invierno llena de copos sus calles y Tudela desea
“Feliz Navidad”