Bodas de oro y oro el comportamiento
gallardo que a la vida forma en rosa,
para hacer la convivencia hermosa
a pesar del hiriente desaliento
de cuando la lucha diaria es viento
que golpea el alma de cualquier cosa.
Más el amor en silencio se posa
con caricias del entendimiento
sobre las huellas del largo camino
que florecen en hechos y colores
de mis padres: Alicia y Saturnino.
Que no conozco mejores sabores
que los que imparte la luz del Divino.
Y divinos mis padres... son amores.