La campaña de CPAEN quiere contribuir a la erradicación de las bolsas de plástico y al papel de aluminio, objetos cotidianos pero altamente contaminantes. El plástico mata cada año cerca de 1 millón de aves marinas, 100.000 mamíferos marinos e innumerables peces. Datos que pueden resultar lejanos, pero que atañen mucho más de lo que parece: Greenpeace recogió en septiembre del año pasado 600 litros de plástico en un tramo de tan sólo 500 metros del río Arga a su paso por Pamplona, residuos que tarde o temprano acabarían en el mar Mediterráneo. Así mismo, varios estudios demuestran que al envolver alimentos con papel de aluminio este tóxico material puede acabar contaminándolo.
Las bolsas de plástico están hechas de etileno, un producto derivado del gas y del petróleo que tarda al menos 400 años en degradarse y que pasa lentamente desde los ríos al mar, donde acaba acumulándose formando inquietantes islas en los lugares donde confluyen las grandes corrientes oceánicas. Esta es la parte visible, sólo un 15% del total, porque un 70% de los plásticos pasan a formar parte de los fondos marinos. Todos ellos terminan convertidos en microplásticos, que pasan a formar parte de la cadena alimentaria al ser confundidos por comida por miles de especies.
Países como Francia, Senegal o Marruecos han prohibido el uso de bolsas de plástico y otros como Irlanda o Inglaterra están tomando medidas para erradicarlas. En España el Gobierno aprobó en marzo del 2011 un anteproyecto de una ley de residuos, que pretende reducir poco a poco el consumo de bolsas de un solo uso hasta suprimirlas 2018.
Por otra parte, la industria del aluminio está considerada una industria muy contaminante. De hecho, un estudio de 2012 demuestra que al comer alimentos que hayan estado envueltos en papel de aluminio, este tóxico material podría acabar dentro de ellos y podríamos, por tanto, ingerirlos. “El uso de papel de aluminio para cocinar contribuye de manera significativa a la ingesta diaria de aluminio a través de los alimentos cocinados”, concluye el estudio.
En España se gastan más de 650 millones de euros anuales en aluminio como envoltorio de bocadillos y comidas para llevar. Mientras que en países como Brasil, Reino Unido, Francia, Alemania y Bélgica está prohibido su utilización para uso alimentario, en países como España, no lo está. Varios estudios demuestran que el papel aluminio en contacto directo con un alimento puede “contaminar” con restos de aluminio a dicho alimento.
Con los bocadilleros CPAEN pretende poner su granito de arena en la concienciación sobre la necesidad de erradicar las bolsas de plástico, repartiéndolas en colegios de toda la geografía foral. El reparto comenzará en Arguedas, en el marco de las II Jornadas de la Sostenibilidad de Arguedas, organizadas por el colectivo Helianto y que se celebran del 17 de marzo al 8 de abril.
Se trata de bocadilleros realizados con materiales reciclados, lavables y reutilizables que se han elaborado con el apoyo de Gobierno de Navarra y del fondo Europeo Agrícola de Desarrollo rural.
Para conseguir los bocadilleros los colegios pueden ponerse en contacto con CPAEN en los teléfonos 948 17 83 32 - 948 25 66 42.
