Duerme contigo, pero
sueña conmigo...
tu eres la legal, yo lo prohibido
tu la rutina, la comodidad,
el hastío
.
Pronuncia tu nombre,
ahogando el mío
refugiándose en tu cuerpo en
noches de frío
buscando la paz y el olvido...
De madrugadas de fuego que
ayer compartimos.
Deposita en tus labios la miel,
que ayer lamimos
besos, de furia y pasión de
angustia vividos,
que se transformaron en hiel
por caprichos del destino.
A tí le une un papel, un frágil
documento,
a mi sentimientos,
dolor, recuerdos,
semillas que germinó en mi
cuerpo,
y eso, olvídate mujer,
no lo destruye el tiempo.