Moncayo

Los pueblos del Moncayo denuncian la falta de compromiso con las zonas rurales

Critican su total desentendimiento con unos planes de protección contra incendios que los ayuntamientos no pueden afrontar económicamente.

Imagen del incendio de Añón de Moncayo
photo_camera El fuego ha calcinado cerca de 6.000 hectáreas en el entorno del Moncayo. En la imagen, el incendio en Añón de Moncayo

Los ayuntamientos del Moncayo denuncian algo que por desgracia no es nuevo, la preocupante situación en la que se encuentran las zonas rurales de Aragón que no deja de empeorar. Denuncian la precariedad de los servicios que se prestan en estas zonas y la escasa presión que hasta el momento se ha realizado para que los servicios tanto públicos como privados sean similares a los que se tiene en los núcleos urbanos. 

Se señala la deficiencia de las instalaciones en los pueblos cercanos al Moncayo donde a la despoblación se unen los problemas constantes con el suministro eléctrico debido a la falta de mantenimiento y renovación de las infraestructuras existentes. Denuncian como por ejemplo, cada vez que sopla el aire con más fuerza de lo habitual los cortes o interrupciones en el suministro son habituales. 

La falta de recursos de los ayuntamientos con menos población en Aragón es una realidad más que conocida y no se explican como se ha mirado hacia otro lado, a pesar de la presión que se ha ejercido desde diferentes ayuntamientos para que el Gobierno de Aragón ayudase a los ayuntamientos cuyos presupuestos no permitían llevar a cabo Planes Locales de Prevención Forestal. Un ejemplo de esto es la no realización de zonas perimetrales y defensivas en lugares como la Urbanización de Villacumbres del Moncayo, aún cuando se pidió expresamente por el peligro que presentaba de darse un incendio. 

Nicolas Perez, del Sindicato Obrero Aragonés señala como la política forestal ha dejado de lado cualquier forma de intervenir en las masas forestales que no fuese la extinción de los incendios, y como las políticas de prevención no se han molestado por la realidad de las zonas rurales despobladas de Aragón. Así, la falta de una apuesta clara por la ganadería extensiva ha hecho que esta haya ido desapareciendo con el paso de los años y se hayan generado unas masas forestales con un potencial enorme de generar incendios de sexta generación, fuera de la capacidad de extinción de los medios de extinción y cuya capacidad destructiva estamos viendo. Una ganadería extensiva que no solo debería de ser un pilar fundamental en las políticas de prevención de incendios sino también en la lucha contra la despoblación. 

Tanto ayuntamientos como sindicatos coinciden en que sin un compromiso firme para cambiar la realidad de las zonas rurales de Aragón, estas catástrofes seguirán sucediendo y resultará imposible luchar contra la despoblación.