El paisaje que se puede observar estos días en el Vedado de Eguaras es desolador. En este espacio natural han ardido 400 hectáreas de bosque y matorral mediterráneo, compuesto por pinos carrascos, coscojas, sabinas, enebros de la miera, romeros, escambrones, tomillos, y lentiscos, que han quedado calcinados. “Por lo que está ocurriendo en este espacio bardenero, queda claro que desde la administración ambiental no se está haciendo la gestión necesaria para conservar y mejorar un espacio con los valores paisajísticos que atesora este rincón bardenero”, lamentan desde Gurelur.
Además de las afecciones a la cubierta vegetal, también ha resultado afectada por este incendio la fauna que utiliza este espacio como lugar de reproducción, y como lugar de descanso migratorio e invernada. En el Vedado de Eguaras se puede encontrar especies ligados a los cortados, y las que viven y se alimentan al abrigo de las masas forestales, tanto las de porte arbustivo como las de porte arbóreo, principalmente de pino carrasco.
Con este último y devastador incendio, ya son cuatro los incendios que se han producido en los últimos diez años en el Vedado de Eguaras, tres dentro del espacio y uno en terrenos adjuntos a este maravilloso espacio natural. Todos los incendios han coincidido con la época de la cosecha, por lo que se sospecha y en algún caso existe la certeza de que el origen de los mismos han podido ser chispas originadas por cosechadoras y maquinaria agrícola. Hay que tener en cuenta que las laderas cubiertas de bosque y matorral mediterráneo se desarrollan en zonas con escasa humedad y con los calores que estamos sufriendo facilita la propagación de incendios.
“El Gobierno de Navarra y su Consejería de Medio Ambiente deben poner en marcha las medidas necesarias para evitar que incendios como el sufrido en estas fechas acaben con el futuro de este espacio natural. Una de las medidas más fáciles y baratas de evitar los incendios durante la época de la cosecha es la de desplazar un vehículo de bomberos durante los días de cosecha, la importancia del enclave justifica la implantación de estas medidas”, manifestó Gurelur.
Gurelur entiende que el primer paso que debe implantar la administración ambiental es evitar la entrada de ganado en el Vedado, caso de que esto esté ocurriendo, hasta que se recupere la vegetación perdida por el incendio. Por otro lado, en las actuaciones y decisiones que se tomen en la recuperación del Vedado de Eguaras se debe contemplar la participación activa de los grupos ecologistas. La necesidad e implicación de los grupos sociales en la gestión del medio ambiente, además de necesaria para conseguir la correcta gestión de los recursos naturales, viene recogida en diversas leyes ambientales, tanto estatales como europeas.
