Lo que pretende la sociedad NILSA hacer ahora, aseguran desde Gurelur, por encima de la legalidad y de la salud de los riberos, es verter en los campos de Arguedas y Tudela los peligrosos lodos generados por las depuradoras, que están cargados por todo tipo de residuos y que no se pueden reciclar y mucho menos verter, por la gran carga de productos contaminantes que llevan, difíciles de reciclar. Las continuas agresiones que está sufriendo nuestra naturaleza ribera, nos obliga a las personas y entidades que trabajan en su protección a estudiar con detalle los proyectos y las posibles afecciones que pueden ocasionar.
La presencia de sustancias farmacéuticas en el medio ambiente es una preocupación mundial motivo por el cual los ecologistas han venido llamando la atención sobre este tema. Las plantas de tratamiento de aguas residuales no pueden filtrar los compuestos químicos utilizados para fabricar productos de cuidado personal y medicamentos, por lo que estos químicos se filtran en los sistemas de agua dulce y en los océanos y en los campos de cultivo. Las plantas modernas de tratamiento de aguas residuales reducen principalmente los sólidos y las bacterias al oxidar el agua, pero no fueron diseñadas para tratar compuestos.
Hace unos años el gerente de Nilsa Andrés Sola Ollo y su ingeniero jefe, en una reunión de trabajo mantenida con personal de Gurelur para para tratar el tema de las aguas residuales provenientes de las depuradas de Navarra, manifestaron rotundamente y con documentación técnica que las aguas tratadas en esas instalaciones son residuos tóxicos y peligrosos y que bajo ningún concepto se deben verter en los campos, dado que no existen métodos para eliminar los graves contaminantes que portan estos residuos, entre ellos metales pesados también, por lo que en el caso de llevar adelante el impactante e ilegal proyecto se contaminarían los arrozales de Arguedas y Tudela de forma irreversible.
Recuerdan que las aguas de las depuradoras de Navarra están altamente contaminadas de los componentes médicos que todos los navarros consumimos diariamente con los tratamientos médicos y que los mismos son prácticamente imposibles de reciclar. Todos los expertos en tratamientos de residuos peligrosos coinciden en que la única manera de evitar la contaminación es el correcto almacenamiento y no su ilegal vertido, que es lo que quiere hacer Nilsa, para asombro de los técnicos consultados.
Los arrozales de Arguedas y Tudela acogen a la mayor variedad y cantidad de aves de Navarra, la mayoría de ellas ligadas a las zonas húmedas. Durante todo el año se puede disfrutar de la presencia variada de aves de todo tipo, que utilizan estos cultivos porque en ellos encuentran protección y alimento durante sus migraciones. Las condiciones ambientales conseguidas tras 24 años de trabajos conservacionistas por parte de Gurelur y del Ayuntamiento de Arguedas, ha propiciado la instalación en la zona de varias parejas de aves catalogadas como en peligro de extinción, lo que hace que esta zona sea especialmente sensible a cualquier actuación en ellas, como por ejemplo el agresivo proyecto de NILSA.
En la actualidad, centenares de grullas invernan en los arrozales y miles de ellas y otras encuentran alimento y descanso durante sus migraciones, dado que la zona que nos interesa forma parte importantísimo de los terrenos donde se asientan los cultivos de arroz. En estos terrenos se produce un arroz ecológico reconocido en gran parte de Navarra y del resto del Estado, pudiendo, hasta la fecha, hacerse así por la calidad de las aguas y de los terrenos utilizados para estos cultivos.
Dada las graves afecciones que el proyecto de NILSA ocasionaría al medio ambiente de las zonas afectadas por el proyecto y a la salud de las personas, Gurelur anuncia que va a presentar en el Juzgado las denuncias pertinentes para evitar la destrucción de nuestro patrimonio natural y la salud de nuestros vecinos.
Por otro lado, apuntan que la ampliación de la depuradora de Tudela no tiene otra finalidad que la puramente económica de hacer rentable el tratamiento de unos residuos para ahorrarse los costes energéticos de la planta y hacer negocio con el biogás que pueda producir, todo ello valorado en algo menos de un millón de euros.
Se pretende, con ello, hacer negocio a costa del medioambiente. Además del peligro que supone el transporte continuo de estos lodos por las carreteras de media Navarra. Gurelur agradece la defensa que los Ayuntamiento de Tudela y Arguedas están haciendo de los valores naturales y sociales presentes en las zonas afectadas por el proyecto de ampliación de la depuradora de Tudela.
Pretender la ampliación de la depuradora de Tudela aseguran desde Gurelur tiene como única finalidad hacer negocio y sacar beneficio vendiendo el biogás generado.
El alcalde de Tudela también se muestra contrario a la planta
Por su parte, Alejandro Toquero, alcalde de Tudela, también ha mostrado su rechazo a la ampliación de la planta de la depuradora, por los perjuicios que asegura acarreará para la ciudadanía y, es por ello, que solicitó que se paralice el proyecto hasta que haya más datos.
