Tras la época de nidificación, decenas de ejemplares jóvenes de buitre leonado, que han sufrido algún incidente al abandonar el nido, no pueden acceder a la comida, lo que les ocasiona una importante pérdida de peso, pasando de los 8 kilos, con los que salen del nido, a los 5 kilos en los que ya no pueden emprender el vuelo, motivo por el cual pueden acabar posándose en cualquier sitio como campos, carreteras, pueblos, etc. A los ejemplares que sufren este problema, sólo se les salva de la muerte con un tratamiento por parte de especialistas en esta especie y en recuperación de fauna salvaje. Este tratamiento es laborioso y puede alargarse hasta los 2 meses.
Para tratar a estos ejemplares y al resto de fauna silvestre con necesidad de atención que se pueda detectar en Navarra, se construyó el Centro de Recuperación de Fauna Ilundain y se habilitaron las instalaciones adecuadas a los requerimientos de la fauna salvaje, incluidos los jóvenes de buitre leonado. Los responsables de este centro están obligados por la Ley Foral 2/93 y por los presupuestos que manejan a recoger y a tratar toda fauna protegida con necesidad de atención de la que tengan conocimiento, independientemente del tipo de afecciones que sufra y de las causas que han originado las lesiones o heridas.
“Gurelur tiene información de primera mano, a través de las llamadas de los ciudadanos que encuentran especies silvestres con necesidad de atención, haciendo especial seguimiento de las llamadas que guardan relación con los buitres leonados, dado que los responsables del Centro de Recuperación no tratan a los jóvenes de buitre leonado que necesitan atención, dejando en medio del campo o en muladares a los buitres que sufren hambruna”, alertaron desde la organización.
Estos ejemplares no pueden sobrevivir sin la ayuda técnica necesaria, debido a las afecciones que sufren, no pudiendo volar para buscar comida y protegerse, muriendo de forma cruel, por inanición y por depredación. En el caso de los buitres que abandonan sin ningún tratamiento en los muladares, no pueden alimentarse por no disponer de comida adecuada para su recuperación, muriendo entre dolorosas convulsiones.
Gurelur va a seguir informando a los grupos políticos navarros y a las autoridades ambientales estales “sobre este gravísimo comportamiento por parte del Gobierno de Navarra”, exigiéndoles que en cumplimiento de las responsabilidades que tienen en la protección de la fauna “cumplan con su deber atendiendo y recuperando todos los jóvenes de buitre leonado con necesidad de atención de los que tengan conocimiento”, avisaron.
