Tras tres años como gerente de Consorcio EDER, Sergio Villava pone en valor la eficacia del pragmatismo en su manera de trabajar y la necesidad de activar proyectos clave para la Ribera. El pamplonés encabeza el organismo que recientemente constituyó su Consejo General y nombró los diferentes cargos de la Comisión Ejecutiva para iniciar un nuevo ciclo de trabajo en el periodo 2023-2027
Estuvo presente en los últimos premios que entregó AER. ¿Qué balance hace de lo que se expuso ahí y de los premios en general?
En cuanto a los premios estoy muy contento porque además de ser parte del jurado creo que las empresas que han ganado este año son dos buenos ejemplos y se lo merecían en sus categorías.
En cuanto a lo expuesto allí, me pareció que había muy buenas intenciones con las palabras que escuché en general en cuanto a propuestas, proyectos e inversiones. Lo que pasa es que creo que tenemos que pasar ya de los discursos a los hechos.
Coincido en un 99% con los discursos, cada uno con su enfoque, pero quizás ya es momento de que pasemos a los hechos si queremos transformar la Ribera en todos los aspectos tenemos que dar los pasos para hacer las cosas que conviertan estas buenas palabras en realidad.
En una reciente entrevista puso en valor la importancia de aplicar en Navarra un modelo económico descentralizado. ¿En qué proyectos concretos se podría materializar esta estrategia?
Creo que hay que destinar un presupuesto de compensación para políticas de cohesión territorial y social a largo plazo. Hablo de ocho, diez o doce años de manera absolutamente firme.
Hablo de vivienda porque por ejemplo no puede ser que haya unos criterios de vivienda de protección oficial que solo corresponden a la situación socioeconómica de Pamplona y la Comarca. No puede haber una política así unificada para toda Navarra, de hecho no funciona y por eso no se promueve VPO en muchísimos pueblos de Navarra. No porque no haya demanda sino porque los criterios no están adecuados a la situación.
Tiene que haber una política descentralizada para que haya un desarrollo económico y social más rápido en las zonas periféricas, para cortar las diferencias en materia de vivienda, empleo, retribuciones, creación e instalación de empresas, inversiones productivas, etc.
Tenemos un mecanismo que es la autonomía fiscal que se podría trabajar también para que se promueva que esa inversión en ciertas zonas con ciertos requisitos puedan tener mejoras adicionales para que se despliegue esa política.
Estas son las medidas pull y más grandes que vienen desde las instituciones pero están las push que es hacer una labor de concienciación para que las personas, instituciones y empresas que están en las zonas más rurales sean conscientes de que el desarrollo tiene que ser de ellos pensando en su propio territorio.
¿Tiene una propuesta concreta al respecto?
Habría muchos proyectos interesantes pero uno que le vendría muy bien sería instalar una gran empresa de corte industrial que pudiera hacer de empresa tractora. Así se podría crear aquí un ecosistema de proveedores ya sea de baterías, producciones audiovisuales o lo que sea. Así atraería empresas y empleo, sería un referente.
Otro añadido es que se instalase en la Ribera un gran centro tecnológico relacionado con la actividad de la empresa que menciono. Es decir, conocimiento e investigación de I+D que añada valor a ese sector.
En marzo se aprobó el Plan de Industria de Navarra 2021-2025. ¿Qué acciones ve Eder que se están poniendo en marcha? ¿Qué opinión le merece el plan en general?
Creo que esto es conocido desde hace años pero es cierto que a raíz de la pandemia todo el mundo como empresas, administraciones públicas y gente de a pie se ha dado cuenta.
Me refiero a que Europa se ha ido centrando en servicios y no tanto en industria y fabricación. Por tema de costes se ha desplazado hacia Asia y esto no es del todo positivo a largo plazo porque hace que aquí se fabrique menos y estemos vendidos a aquellos países que son las fábricas del mundo.
Es positivo que exista este plan y que exista la Mesa de Reindustrialización de Navarra y espero que se pueda tener la visión de la política descentralizada.
Por supuesto que Consorcio EDER y los otros cuatro consorcios que hay tendríamos que tener nuestra voz y ser instrumentos que el Gobierno de Navarra podría utilizar para intentar esa reindustrialización.
La Estrategia de Especialización Inteligente de Navarra S4 plantea seis prioridades temáticas. Imagino que conoce el plan, ¿cómo espera que repercuta en la Merindad?
En la misma medida que hablaba con los premios de AER. Creo que es una estrategia muy importante con esas prioridades temáticas definidas que impactarían en empresas que están en la Ribera.
Lo que le falta un poco, bajo mi punto de vista, es por un lado una mayor dotación de recursos para ponerla en marcha. Y que efectivamente la S4 también adolece de ese modelo descentralizado.
Seguro que lo intentan de la mejor manera posible pero creo que le falta llegar a los territorios que no sean Pamplona. Me refiero a los hechos y a los proyectos que la tienen que desarrollar.
Conectando con lo que comentaba de los discursos, ¿ha ido adquiriendo cierto escepticismo con el paso de los años?
No, pero sí que es cierto que los discursos no cambian las realidades de las personas ni de las empresas.
Es una cosa personal, pero procuro tender hacia la practicidad y el pragmatismo. Si quieres ser práctico es mejor que no te fíes de las palabras sino de los hechos.
En general es mejor medir las palabras y con las estrategias justas pero sobre todo tener una ejecución del proyecto que sea la mayor posible y con el mayor impacto posible. Con esto quiero hacer más hincapié en que tiendo más al pragmatismo más que al escepticismo.
