Tudela

Las solemnes voces de la Novena: así ensaya el coro de Tudela ‘Joaquín Gaztambide’

Tras un vaivén de asientos, susurros y el pasar de las hojas del cuadernillo de partituras el silencio se condensa por un instante. En una de las salas de Castel Ruiz da comienzo el ensayo de la Novena de Santa Ana.

 

Ensayos Coro Gaztambide 1
photo_camera El edificio Castel Ruiz alberga los ensayos del Coro y de la Novena

Cuatro gozos, una Salve y el Himno de Santa Ana. Se dice pronto y en cambio, se canta atendiendo a cada nota y a cada silencio. Las fiestas patronales de Tudela, tras dos años de suspensión por la pandemia, se acercan imparables. Como curiosidad Tudela está bajo la protección de dos patrones, Santiago y Santa Ana, y es por ello que las fiestas en honor a ambos comienzan el día 24 de julio. Se trata de una tradición en la que los pueblos comienzan sus fiestas un día antes del patrón o patrona de la localidad. Ante su cercanía, la Escuela-Conservatorio ‘Fernando Remacha’, en Castel Ruiz, alberga durante varias semanas los ensayos de la Novena de Santa Ana. La cita se mantiene abierta desde hace años para todas aquellas personas interesadas en aprender y participar en una tradición que alcanzará su cenit el día 24 de julio. 

La RAE señala el significado de la palabra ‘novena’ remontándose al latín ‘novenus’, práctica devota, dirigida a Dios, a la Virgen o a los santos, que se ofrece durante nueve días. En Tudela, se transcienden los límites de dicha definición y se entiende como un sentimiento profundo de devoción y unión con la patrona tudelana. Ese sentir se subraya en todos los calendarios del 19 al 25 de julio, intervalo en el que se celebra la Novena.

Ensayos Coro Gaztambide 2
Alrededor de 50 personas acuden a ensayar en los días previos a las fiestas patronales

Como novedad este 2022 el Coro de Tudela ‘Joaquín Gaztambide’ interpretará la Novena bajo la dirección del director murchantino de 77 años ante la ausencia temporal de su habitual director. José M.ª Lafuente Bona, director desde hace 22 años, cederá la batuta en esta ocasión, aunque su presencia es palpable en el ambiente a través del cariño que le dedican los participantes.

Todas las sillas están dispuestas hacia la figura del maestro del coro. Todas las voces se unen en pos de la exaltación de una Excelsa Patrona, la Virgen Santa Ana, madre de María, abuela de Jesús y de Tudela. La brisa no parece correr aunque las tres grandes ventanas de la sala de ensayos permanecen abiertas de par en par. Podría decirse que la tenue corriente de aire hace un descanso en la sala solo para abastecer los pulmones de los coristas allí reunidos. Los susurros habituales de un ensayo se incrementan con el revoloteo de una cronista con su cámara en mano.

Los ensayos de la Novena duran una hora y preceden a los ensayos limitados al Coro ‘Joaquín Gaztambide’, un coro mixto de hombres (tenores y bajos) y mujeres (sopranos y altos) compuesto por 34 personas. En el ensayo hay un total de 50, la mayoría de avanzada edad y con notoria presencia femenina, constituyendo el grueso de los participantes. Aunque también es posible vislumbrar personas de otros rangos de edad. La mayoría de ellos continúan portando la mascarilla en una demostración de prevención que choca con el calor reinante. 

Entre estas personas se encuentra Rafael del Río Gil, tudelano de 75 años y vecino del Casco Viejo de toda la vida. Lleva casi diez años viniendo y admite con orgullo, “esta música la llevo metida adentro, es fundamental”. De hecho, narra cómo sorprendió a Lafuente al decirle: “Yo cantaba la Novena cuando tú aún no habías nacido”. Y es que cabe esperar que, tanto la interpretación de la Novena como el Coro hayan evolucionado. 

La Novena encuentra su origen en 1530 cuando se proclamó a Santa Ana patrona de la ciudad, sin embargo, los textos actuales son del autor de zarzuelas Barbieri que arregló los versos a petición de su amigo Joaquín Gaztambide. El mencionado grupo fue fundado en 1955 por el músico tudelano D. Fernando Remacha Villar coincidiendo con la expansión de la música polifónica en el norte de España. 

“En los años 50 los cantos eran los mismos pero no se cantaba como ahora. Los tenores hacían los cantos y los chicos de Jesuitas hacíamos las voces blancas, lo que ahora son las voces de las mujeres, porque en aquella época solo había hombres”, recuerda Rafael del Río Gil. También rememora la evolución de la parte musical que por aquellos años contaba con tres o cuatro violines mientras que en la actualidad se dispone de una orquesta. 

  Cultura tenía que promocionarla más porque no en todos los sitios se canta algo durante nueve días, con tanta asistencia y tanto sentimiento de los tudelanos”

Pilar Mendizabal Sainz, Componente del Coro de Tudela ‘Joaquín Gaztambide'

En esta edición, la agrupación musical estará compuesta de trece músicos, lo que complica la interpretación de dos de los cuatro gozos principales. El gozo compuesto por Jose M.ª Lafuente se caracteriza por su poderosa parte orquestal, “en la introducción hay 30 músicos y no se va a tocar porque como bajaron el presupuesto del Ayuntamiento, está claro que él de su bolsillo no lo va a pagar”, comenta del Río, veterano tenor tudelano. Lo mismo sucede con la Novena a Santa Ana de Tomás Jiménez, ‘Clarico’. Al hilo, Pilar Mendizabal Sainz, también componente del coro, añade, “Cultura tenía que promocionarla más porque no en todos los sitios se canta algo durante nueve días, con tanta asistencia y tanto sentimiento de los tudelanos. Me da mucha rabia porque es muy bonita y se nota ese carácter antiguo”.

Los primeros días contaron con las enérgicas indicaciones de Mendizabal al piano, también voz del Coro y directora del de Rincón de Soto. Pero con apenas dos semanas de margen para la celebración del día grande de la Novena, Casajús ya se ha puesto al frente de la dirección. El murchantino comienza repasando cada uno de los cantos con determinación y perfeccionismo. Parece ser que aún queda mucho por hacer. De todas formas, reina la idea de que la orquesta será la protagonista este año, que formada gracias a la Escuela-Conservatorio Fernando Remacha, también lamenta una ausencia este año. El violín de la tudelana Marta González Bordonaba no se unirá al resto por el fallecimiento en mayo de la joven artista. Sin embargo, la belleza de su sonido permanecerá indeleble en el corazón de quienes la conocieron. 

El Coro de Tudela deberá pues acompañar y apoyar al director, quien a pesar de toda una vida dirigiendo y cantando en varios coros admite la dificultad para “sacar adelante el apuro”. Marcial Casajús muestra su esfuerzo y constancia en las correcciones pertinentes, hace las demostraciones posibles y se apoya en Pilar Mendizabal que se encarga de dar las notas al piano.

El acto en sí se compone principalmente de cuatro Novenas o Gozos de diferentes autores y normalmente se interpretan dos. La más famosa e representativa, los Gozos a Santa Ana de Joaquín Gaztambide de 1857 junto a los Gozos a Santa Ana de Celestino Vila de 1876. Seguidos de la Novena a Santa Ana de Tomás Jiménez alias ‘Clarico’ de 1951. Y la última de 2007 de José M.ª Lafuente Bona. Además de las cuatro novenas, se interpreta la Salve compuesta por Hilarión Eslava Elizondo (s. XIX) y para finalizar, el Himno de Santa Ana, compuesto por ‘Clarico’.

De entre todas las letras, unos versos resuenan con más fuerza que todas los anteriores:

“Llena el mundo el resplandor
de tu gracia soberana:
¡Gloria a Ti, dulce Santa Ana,
que atesoras tal valor!”.

Se respira un ambiente de compañerismo e ilusión por la unión vocal y las ganas de fiestas que pone punto y final a la cita de la tarde.