Todos los años vemos la estampa de una mochila arrastrando debajo a un niño. Una mochila incluso más grande que el propio niño llena de libros, cuadernos y material escolar que tienen que colgar de sus hombros.
Son muchos los padres que dudan entre si es mejor coger una mochila o un carrito para portar todos los materiales escolares. A continuación esperamos resolver algunas de estas dudas.
La mochila es siempre la mejor opción siempre y cuando se sigan unas reglas básicas. La mochila debe estar adaptada al peso y al tamaño del niño y no debe contener un peso total superior al 10% del peso que tiene el niño.
La mochila tendrá que disponer de asas bien amortiguadas para los hombres y es aconsejable que tenga a su vez un cinturon para la zona abdominal.
La colocación de los libros también es importante y los más grandes tendrán que estar siempre cerca de la espalda. E importante, la mochila tiene que estar situada en la parte central de la espalda, nunca en la zona más baja o lumbar puesto que de hacerlo así podría provocarle lesiones al joven.
En cuanto a los carritos, tiene la principal ventaja de no tener que llevar el peso en la espalda, pero tiene el inconveniente de que la articulación de la muñeca con sus ligamentos, tendones y musculatura sufre constantemente el peso que arrastra. Además, una vez que se llega a la escuela, normalmente hay escaleras ,lo que puede suponer que el carrito sea colocado de una manera muy perjudicial para el hombro y la columna vertebral.
Por último, en los carritos se suele trasladar más peso, sobrepasando el máximo recomendado.
