Ayer se manifestó un numeroso grupo de trabajadoras a las puertas de la residencia Real Casa de Misericordia en Tudela que, adheridas a la convocatoria de 70 residencias de personas mayores en Navarra junto a centros de Día y de Servicios de Atención Domiciliaria, reclaman condiciones de trabajo y horarios dignos además de un aumento de las plantillas para cuidar mejor de los usuarios. Se realizaron dos manifestaciones, mañana y tarde, que partieron de la residencia Torre Monreal y tras pasar por las dos residencias finalizaron en la plaza de los Fueros. A esta manifestación y huelga se sumaron la Plataforma feminista 8M, el Colectivo de Pensionistas Sasoia y la Coordinadora Ribera por unas Pensiones Dignas. Desde las centrales sindicales criticaron el hecho de que las trabajadoras no van a poder realizar huelga en su mayoría porque los servicios mínimos que se han aplicado "son servicios máximos, que rozan el 100%".
Una de las principales reivindicaciones es la creación de un convenio propio en Navarra que ajuste las condiciones salariales y laborales a la situación de la Comunidad. En la rueda de prensa organizada el lunes por los representantes de los sindicatos convocantes (ELA, LAB, UGT y CCOO) informaron que las gerocultoras apenas cobran por encima del Salario Mínimo Interprofesional (1.000€) mientras que limpiadoras y personas de hostelería ni siquiera alcanzan esa suma.
Los cuatro sindicatos convocantes pidieron un reconocimiento para las trabajadoras de este sector aludiendo a su compromiso con los ancianos durante la pandemia, ya que muchas de ellas se confinaron en las residencias y no cesaron en su labor de cuidados bajo ninguna circunstancia. “Todos hemos aplaudido su labor pero esos aplausos han sido muy breves y enseguida olvidamos a ese sector. Tenían condiciones indignas antes de la pandemia y siguen teniendo las mismas condiciones indignas después de lo más duro de la pandemia”, aludieron. Desde la Plataforma feminista 8M manifestaron su apoyo a la movilización dado que el mayor número de trabajadoras son mujeres a lo que los sindicatos añaden que "seguramente si hubiera más hombres e este sector los salarios y las condiciones no serían tan malas".
