Navarra

Los jóvenes deberán destinar más de la mitad de su sueldo para el pago del alquiler

El Consejo de la Juventud de Navarra presentó el 6 de marzo el Observatorio de Emancipación donde se expusieron los datos del informe elaborado en conjunto con el Consejo de la Juventud de España

ordenador portátil teletrabajo trabajo casa 1
photo_camera En la primera mitad de 2022 la población joven navarra experimentó una considerable pérdida de poder adquisitivo debido al incremento general de los precios y a la mínima subida de los salarios

Los representantes del Consejo de la Juventud de Navarra destacaron que, si bien la situación parecía mejorar, hay datos que animan a seguir trabajando en estos ámbitos. Pablo Lanaspa, presidente del Consejo de la Juventud de Navarra, recalcó que la recuperación de la emancipación residencial se había iniciado a comienzos de 2022, pero con cifras más bajas que antes de la pandemia. Así, a mitad de 2022, el 16,6% de la población entre 16 y 29 años vivía de manera independiente.

El vocal de vivienda del Consejo de la Juventud de Navarra, Josu Igoa, mencionó que la Comunidad Foral fue una de las pocas comunidades del estado en la que la tasa de paro juvenil (19.1%) aumentó en comparación con finales de 2021. Además, el Observatorio de Emancipación muestra como uno de los elementos que mas dificultan el proceso de compra de vivienda es la dificultad de reunir los requisitos exigidos por las entidades bancarias. Esto, indican, se debe a la alta tasa de temporalidad (53.6% de los contratos a jóvenes fueron temporales). La parcialidad de los contratos, indicaron, resultó mucho más habitual entre el colectivo femenino, con unas tasas de parcialidad del 35,2%.

Lanaspa comentó que se ha observado un aumento de cuatro puntos en la tasa AROPE (tasa de riesgo de pobreza o exclusión social) con respecto a 2020 (18.7%) y que esta situación es aún más cruda en el caso de las mujeres, con una tasa del 20.6%. A su vez, Igoa apunta que más de un tercio de la población joven no contaba con ningún ingreso y entre los que lo cobraban el salario medio era de 12.765,12€ netos anuales, cantidad algo menor en las mujeres. 

Población total y emancipada

Entre finales de 2021 y mediados de 2022 se produjo en la Comunidad Foral de Navarra un incremento de la proporción de personas jóvenes que vivía de manera independiente a sus familias. Hasta mediados del año anterior, se advirtió una caída continuada de la tasa de emancipación residencial de las personas jóvenes en Navarra, siendo cada vez menos las personas que vivían en una vivienda diferente a la de origen y posicionándose en los últimos años por debajo del conjunto estatal, una situación que en 2022 se revirtió.

Este aumento de la tasa de emancipación residencial, de 2,76 puntos en un año, posicionó por encima de la media estatal a la población joven navarra. Así pues, un 16,6% de las personas jóvenes navarras vivía en una vivienda independiente a mediados de 2022, mientras que el promedio de personas jóvenes españolas lo hacía en un 15,9%.

Sin embargo, los hombres jóvenes se emanciparon con menor intensidad en la Comunidad Foral que en el conjunto del país, con unas tasas del 12,3% y el 13,3%, respectivamente. Por el contrario, las mujeres jóvenes experimentaron una mayor intensificación de su emancipación residencial, con una tasa del 21%, superando en 2,4 puntos a sus análogas españolas.

Mientras, la población entre 30 y 34 años se emancipó menos que en el año anterior (-4,76 puntos porcentuales), con una tasa del 67,8%.

Acceso de la población joven a la vivienda

El primer semestre de 2022 destacó por un fuerte incremento generalizado de los precios de la vivienda en el mercado libre. Los alquileres se encarecieron un 4,49% en año y los precios de compraventa se incrementron un 7,76% (en España fue del 5,55%). Además, en 2022 los tipos de interés en el mercado hipo- tecario ya empezaron a recoger la política de contención de la inflación aplicada por el Banco Central Europeo, lo que se tradujo en un encarecimiento de los tipos en el mercado hipotecario.

Frente a este escenario de elevados precios en el mercado de la vivienda, las opciones de acceso para constituir un nuevo hogar joven resultaban prácticamente inalcanzables.

Para una persona joven en solitario, teniendo en cuenta su salario, establecerse en una vivienda tanto en la modalidad de compra como en régimen de alquiler resultaba económicamente inviable en Navarra. Vivir en solitario no resultaba factible ya que teóricamente una persona joven navarra debería destinar el 69,9% de su sueldo para el pago del alquiler y casi la mitad de sus ingresos para pagar la cuota hipotecaria (47,7%). En el caso de un hogar compartido, acceder a una vivienda requeriría un menor esfuerzo económico: un hogar joven navarro de más de una persona tendría que destinar el 30,8% de sus ingresos para el alquiler y el 21% para la hipoteca.

Otro elemento para tener en cuenta en el proceso de compra de vivienda era reunir los requisitos exigidos por las entidades bancarias para obtener el préstamo hipotecario (poco probables en un contexto de alta temporalidad contractual) y el ahorro previo para el pago de la entrada, cifrado en unos 43.314,30 euros de media. Es decir, haber ahorrado 1,5 veces los ingresos anuales de un hogar joven de más de una persona y 3,4 veces el salario anual de una persona joven.

Efecto de la inflación

En cifras globales, la capacidad adquisitiva de la población joven de Navarra era superior a la de la mayoría de comunidades autónomas, tanto desde el punto de vista de los salarios como de los ingresos de los hogares jóvenes.

No obstante, en la primera mitad de 2022 la población joven navarra experimentó una considerable pérdida de poder adquisitivo debido a la suma de dos factores al mismo tiempo. Por un lado, el incremento general de los precios (que, en Navarra, fue idéntica a la del conjunto de España, del 9,1% anual) y, por otro, la mínima subida de los salarios (0,82%) y la drástica reducción de la renta media de los hogares jóvenes (-8,80%) en términos nominales, es decir, sin tener en cuenta la inflación.

El resultado fue que, en tan solo un año, tomando como base los precios constantes de 2006, el salario medio de una persona joven disminuyó un 7,63% y los ingresos medios de un hogar joven un 16,45% considerando la evolución de los precios al consumo (medida mediante el IPC).

Eso sí, como sucedía también en España, la disminución de los precios de compraventa de las viviendas libre desde 2008 fue más intensa de la que sufrieron los salarios de la población joven.