"Vuelvo porque me siento muy querido, porque siento este club como mi casa y porque aquí voy a volver a disfrutar del fútbol". Víctor Bravo (Zaragoza, 1983) miraba exultante el césped del Ciudad de Tudela antes de pasar a la sala de prensa para su presentación. En realidad, es una presentación con sabor a retorno, a regreso al hogar. Vuelve al club uno de los jugadores más destacados de los últimos años, una zurda que ha calado entre la afición y que todavía tiene tardes de buen fútbol que ofrecer.
Pese a haber jugado 26 partidos en el recién terminado curso con el CD Ebro, Bravo ha asegurado que ha vivido un año muy difícil en lo futbolístico. "Jugar de nuevo en este campo, un campo de grandes dimensiones, en el que es posible tener un buen trato de balón, me motiva. A mi novia le he dicho que, desde que estuve en Tenerife, no había tenido tanta ilusiñon como la que tengo ahora por empezar una temporada", ha señalado sonriente.
Tras la espectacular temporada 2015-2016, en la que el Tudelano alcanzó los 'playoff' de ascenso a 2ª, fueron varios los futbolistas clave que volaron de Tudela por las grandes ofertas que recibieron. Víctor Bravo fue uno de ellos, escogiendo el CD Ebro y su Zaragoza natal para continuar su carrera. Ahora, retorna con ganas de aportar visión y desequilibrio en el juego de ataque de un Tudelano que le echó mucho de menos. Hasta su marcha en verano de 2016, había jugado durante tres temporadas bajo las órdenes de Juan Carlos Beltrán y Mandiola, con una destacada cifra de 102 partidos de Liga.
El zaragozano se muestra ilusionado también con la plantilla que está confeccionando la directiva del club blanquillo para afrontar una nueva campaña en 2ª B. "De momento, el equipo tiene una pinta buenísima. Las incorporaciones que se han hecho son de calidad y la gente que sigue es muy buena", ha expresado.
