Las fiestas pequeñas de Marcilla, entre el 4 y 6 de agosto, han sido multitudinarias. A pesar de celebrarse entre semana, la respuesta de los vecinos y forasteros ha sido masiva en todos los actos convocados. El programa oficial ha contemplado desde un partido de pelota, hasta encierros chiquis, lanzamiento de bombas japonesas, salidas de los gigantes, toros de fuego, conciertos de la banda de música, o la intervención del recién creado grupo de mariachis de Marcilla "El Castillo".
Pero el acto más multitudinario ha sido como cada año la procesión de la tarde del día 5. Esta jornada dedicada a la patrona marcillesa, acoge a los marcilleses de Marcilla y a los de fuera. Da igual si el día grande cae en día laborable o en fin de semana, la respuesta es siempre impresionante. Cientos de personas se concentraron a las siete de la tarde en la calle San Bartolomé, donde se ubica la ermita de la Virgen del Plú. La imagen fue trasladada desde la parroquia a través de la Plaza del Postigo, calle Gundemaro, calle Nueva y calle San Bartolomé, a hombros de jóvenes marcilleses.
Una intervención del párroco, padre Blas Irañeta, y el canto del tradicional himno a la Virgen que puso a más de uno la piel de gallina e hizo saltar alguna lágrima de emoción, además del reparto de la albahaca, pusieron el broche final a una jornada grande.
