Murchante

La equipación del Tudela 1999 llega a África

La obligación de renovar cada año la equipación del club como consecuencia del cambio de patrocinadores que trae consigo cada inicio de temporada llevó, hace algo más de 4 años, al Tudela 1999 a plantearse qué hacer con todo el material deportivo del que se proveía cada inicio de liga. Tras pensar varias opciones y debido a la amistad que une al presidente de la entidad -José Antonio Marín- con Mª José Bueno -una fustiñanera vecina de Tudela que lleva desde 1998 colaborando con Ruanda-, decidieron hacer llegar los colores del club hasta este país africano. “Fue una decisión que tomó el club en una junta. Queríamos colaborar con los menos favorecidos de la forma en que pudiéramos y, como económicamente somos un club humilde, decidimos hacerlo con nuestra ropa”, explica Marín.

Mukungu y Musango

Desde entonces, cuando llega el final de temporada, allá por los meses de mayo-junio, comienzan los preparativos. Es el propio Marín el que se encarga de seleccionar lo que se envía a África. “Mandamos desde ropa que se ha usado en la competición a otra que ni siquiera se llega a estrenar, ya que como compramos mucha, la mitad ni se llega a usar. Y, si hay calzado y botas en buenas condiciones, también lo donamos”, explica el presidente del Tudela 1999, quien afirma que los jugadores se sienten “muy contentos y orgullosos de la pequeña colaboración que están haciendo y más cuando ven que allí los niños la usan y les viene bien”.

Estas son las dos localidades hasta las que llega la ropa del club tudelano gracias a la mediación de Mª José Bueno. Propietaria de un establecimiento de ropa para bebé ubicado en la calle Muro de Tudela, desde hace diez años, colabora activamente con Ruanda. Todo comenzó a título particular mediante el apadrinamiento de una niña “y ahora vamos casi por los 50 y todo gracias a vecinos de Tudela y del entorno”, explica Bueno.

Además de promover los apadrinamientos, Bueno realiza envíos con ropa, calzados y todo tipo de enseres. La mayoría de ellos son donaciones realizadas por particulares, casas proveedoras y distintos establecimientos. “Hace una semanas cerró una zapatería en Logroño y me trajo todo el calzado que les había sobrado y ya lo hemos enviado porque los niños no pueden ir al colegio sin ellos”, explica Bueno. Según sus cálculos, 2008 finalizará con el envío de cerca de 60 paquetes de 20 kilos (cada uno cuesta 104,5e).