Siempre importante en el esquema de juego de Iñigo Valencia, Óscar Vega es un jugador cuyo trabajo en segundo plano normalmente no sobresale. Pero el día en el que destaca, como este domingo ante Osasuna Promesas, lo hace con galones. El pamplonés, precisamente salido de la cantera de Tajonar, se ha erigido en el auténtico motor del Tudelano en la victoria contundente ante el filial rojillo (2-0), que mantiene al conjunto ribero totalmente enchufado en la lucha por un puesto de 'playoff' de ascenso.
El Tudelano mostró su intención de no dejar el control de la pelota a Osasuna desde el inicio, aunque los rojillos no se sintieron incómodos con ese papel de equipo agazapado. Sin embargo, sí sufrieron los pupilos de Sergio Amatriain (quien volvía por primera vez al Ciudad de Tudela tras su periplo como técnico blanquillo) las primeras acometidas tudelanas. Óscar Vega y Ion Vélez marraron dos clarísimas oportunidades de inaugurar el marcador en los primeros compases.
Apenas en el minuto 10, al Promesas le anularon un gol que había marcado su capitán Miguel Díaz de un buen cabezazo a la salida de una falta. Fue el único chispazo claro de los rojillos en una primera mitad en la que fueron a merced del equipo local constantemente, pese a que el Tudelano tampoco fue capaz de convertir su buen ritmo y su fluidez en la circulación en goles. Tan solo un error de Corral en la salida de balón complicó al conjunto blanquillo en una ocasión. Los de Iñigo Valencia, por contra, inquietaron a Juan Pérez y a sus zagueros con varios balones altos y comprometidos.
La fata de definición del primer periodo se esfumo a las primeras de cambio en la segunda parte. Unai Zamorano, al que se había visto algo inseguro a la hora de jugar la pelota desde atrás, se reivindicó con un buen testarazo tras un saque de esquina ejecutado con gran técnica por Victor Bravo. El tanto sentó fatal a un Osasuna que debía subir no solo una marcha en el tempo, sino también un nivel en la imaginación a la hora de jugar.
Ficha técnica:
TUDELANO: Pagola; Delgado, Zamorano, Corral, Barrera; Lázaro; Esnáider, Lizarraga (Jiménez, m.56), Óscar Vega (Tabuenca, m.78), Víctor Bravo; y Ion Vélez (Mika, m.46).
OSASUNA PROMESAS: Juan Pérez; Mikel Fernández, Perea, Albisu; Rubio, Moncayola (Lorea, m.66), Javi Martínez (Otegui, m.82), Endika; Jaime Dios, Borja (Gaspar Jordán, m.71) y Miguel Díaz.
ÁRBITRO: Pozueta Rodríguez (Comité Cántabro), asistido por Varela y Sáiz. Amonestó por el Tudelano a Lázaro, Corral, Esnáider y Víctor Bravo y, por Osasuna Promesas, a Jaime Dios y Borja.
GOLES: 1-0, m.49: Zamorano. 2-0, m.71: Óscar Vega.
INCIDENCIAS: Unos 600 espectadores en el Ciudad de Tudela.
Los locales trataron de controlar el encuentro con posesiones largas y menos precipitación a la hora de buscar los desmarques de los hombres de banda. Con un Esnáider entregado y la aportación de Mika por ambas bandas, el Tudelano estaba protagonizando unos minutos realmente notables cuando Óscar Vega volvió a rozar la diana con un espectacular chut que repelió la cruceta izquierda del marco osasunista. Fue su segunda gran oportunidad. A la tercera llegaría la vencida.
Mika comenzó la jugada del que sería el segundo y definitivo gol de los blanquillos. Tras recuperar un balón en zona de tres cuartos desde el flanco izquierdo, pisó área, recortó, y metió un pase de la muerte que Vega solo tuvo que empujar a placer ante la mirada de la defensa y el arquero osasunistas. El tanto sirvió al centrocampista pamplonés para poner la guinda a un encuentro en el que creó juego, recuperó balones, peleó en las disputas con sus pares y se vació físicamente.
A partir de ahí, el Promesas, que había dado algún que otro susto al Tudelano en contraataques desaprovechados, terminó de hundirse y ni siquiera fue capaz de esbozar una mínima reacción. El Tudelano no sufrió en exceso e incluso pudo recrearse con un tercer gol que Esnáider tuvo en sus botas pero no pudo materializar. Los tres puntos se quedaron en el Ciudad de Tudela y mantienen a los blanquillos como uno de los equipos candidatos a quedarse una de las dos plazas de fase de ascenso que tienen varios pretendientes.
