Actualmente nos pasamos la vida acelerando los tiempos. Pasan los segundos en un torbellino violento e inmisericorde. Para poder agarrarlos, los convertimos en minutos, horas, días, años, y para poder vivirlos los recorremos con celeridad, viviendo intensamente, viajando en coches, ferrocarriles, aviones, de tal forma que, en pocas horas, podemos vivir el mundo. Pero es una falacia, un espejismo. El mundo lo vemos, pero el tiempo lo vivimos plenamente cuando nos sentamos en un banco al lado del río y observamos cómo pasa el agua. Nuestra mente quieta, el rápido de la corriente, la sensación íntima de paz, nos permite vivir esos segundos, esos minutos, en plenitud. Sacarles “el jugo”, que no exprimirlos, sino lo contrario, enajenarnos con parsimonia. Bien es verdad que es difícil vivir así la vida en el contexto actual, pero tal vez es la única forma de vivirla sin perder el norte, porque el ritmo habitual siempre es atormentado, como la del escarabajo que en este momento pasa rápido frente a mí, dando tumbos, arrastrado por la corriente.
‘Ver pasar el agua’, el nuevo poemario del tudelano Ángel Cornago Sánchez trata de sumergirnos con sus poemas a las diversas fases de nuestra vida: ‘El paso del tiempo’, ‘Lo amoroso’, ‘Por el camino’.
Publicado por la Editorial Verbum, el libro consta de 120 páginas y puede adquirise en la web de la editorial en formato físico, al precio de 18,90€, o en formato digital PDF, por 7€.
Poesía
"En este mundo guiado por la tecnología y lo racional que nos ha permitido llegar a cotas de progreso que no podían ni imaginar los ciudadanos de principios del siglo pasado, es esencial no guiarnos solo por la razón, por la ciencia y por el principio de utilidad. La poesía y las artes en general tratan de llegar a ese trasfondo detrás de lo racional, a nuestra capacidad de embeleso, a nuestra espiritualidad laica, a nuestras emociones, a nuestros sentimientos, en definitiva, a nuestra capacidad de gozar de la creación artística, necesaria para no perder esa condición esencial de seres humanos que somos.
Los poemas son vivencias que tratan de elevarnos sobre la rutina de la vida diaria a unos registros fuera de la pura razón, ahondando en sensaciones, emociones, fantasías y sentimientos.
La poesía y las artes en general requieren capacidad de sorpresa y cierta sensación de alerta para profundizar en sus mensajes; no son únicamente entretenimiento, sino afán de revivir, de profundizar y entender de forma subjetiva las vivencias, haciéndolas propias, que el autor pretende trasmitir al crearlas. Es una comunicación en un registro distinto del estado de conciencia ordinaria.
La pura razón nos ha permitido el progreso tecnológico que hoy disfrutamos y que debemos seguir explorando. La capacidad de gozar de las artes, en este caso de la poesía, diferencia a nuestra especie del resto de los seres vivos. Es imprescindible cultivarlas y potenciarlas para no perder uno de nuestros atributos esenciales."
Ángel Cornago Sánchez
