Tudela

Variedades de uva minoritarias

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Si en algo somos ricos en España, es en la cultura vitícola, y es que tenemos la mayor superficie de viñedo de todo el mundo. Además, somos los terceros en cuanto a diversidad varietal con más de 200 variedades de uva registradas ¿Por qué no sacarle partido?

La vid es una planta con gran capacidad de adaptarse al medio pero cada variedad de uva en donde mejor se comporta es, o bien en su zona de origen, o bien en climas y suelos similares. Hace unos años se comenzó a arrancar estas vides que estaban completamente adaptadas a su entorno para sustituirlas por otras foráneas más valoradas, ya sea por su productividad, por su facilidad de trabajo en campo o por el perfil de vinos esperados para determinados mercados internacionales. Esto puede ser que fuera un error y ahora podemos encontrar diferentes variedades en un mismo entorno con mayor o menor adaptación. Uno de los motivos que conducen a tomar esta decisión es que nos encontramos en un mercado muy exigente y competitivo, al que también afecta la moda, las últimas tendencias por las que nos dejamos llevar, olvidándonos de la sabiduría de la naturaleza y de la identidad de estas variedades. Todas las elaboraciones con una sola variedad  o mezclada con otras más comunes aportan n matiz especial.

Ejemplo de zonas con una gran riqueza varietal son Canarias (Gual, Negramoll, Tintilla, Baboso Negro, Vijariego), Baleares (Callet, Fogoneu, Gargollassa y Giró), Galicia (Brancellao, Espadeiro, Loureiro, Sousón, Caíño, Godello…), Cataluña (Sumoll, Trepat, Morenill) o Andalucía (Tintilla de Rota, Romé Tinta). Todas ellas capaces de sorprendernos.

También destacan variedades que tradicionalmente se relacionaban con vinos de peor calidad pero que con un buen trabajo de campo y en la bodega son capaces de convertirse en vinos exquisitos como puede ser la Bobal, Monastrell o Mencia.

Mantener esta diversidad es mantener parte de la historia vitícola.

Yoana Viela Pérez

Enóloga