Alfaro

Una cirbonera, en lo alto del fútbol femenino nacional

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Juega de interior derecho en el Rayo Vallecano, tiene 24 años, se llama Mª Paz Azagra, es de Cintruénigo y el pasado mes de junio se proclamó campeona de la Copa de la Reina tras vencer al Levante por 3 a 2.

El enfrentamiento de titanes entre el Levante y el Rayo, primer y segundo clasificado de la liga regular, se desarrolló en Torrelodones y allí las rayistas pudieron obtener la revancha. “La liga ha estado muy reñida porque teníamos los mismos partidos ganados, empatados y perdidos, pero en el golaverage nos ganaban y se la llevaron ellas. Con la Copa nos hemos sacado la espinita”, relataba Azagra quien se quedará en el club de Teresa Rivero otras dos temporadas.

A pesar de nacer en Cintruénigo, Azagra ha vivido toda su infancia en Azkoitia, donde a los 13 años comenzó a jugar en el Anaitasuna, aunque las raíces cirboneras se mantienen. “Ahora, estando en Madrid es más difícil, pero suelo venir en Navidad, en Semana Santa y unos días ahora en julio”. A los 18 se trasladó a vivir a Pamplona para estudiar Trabajo Social en la universidad. Allí en la capital navarra siguió con su afición futbolística en el Lagunak. “La mía es un poco la casa al revés porque, a pesar de que mis cuatro hermanos son muy deportistas y uno de ellos jugó incluso en el Cirbonero, la única enferma del fútbol soy yo”, indicaba. Hace dos años le llamaron desde el Rayo y dijo “me voy allí a terminar la carrera y a luchar por ganar algún título”, un objetivo que se cumplió el pasado 29 de junio.

Azagra reconoce que, de momento, el fútbol femenino no da para vivir pero cree que “cada día es más bonito porque es más competitivo y te da la oportunidad de viajar y jugar a un nivel muy grande”.