Tudela

Una buena vigilancia del anciano previene la deshidratación

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La composición corporal de las personas de edad avanzada se modifica a costa de una disminución del agua corporal total. En los ancianos se suma además hipoactividad, pérdida de la iniciativa y disminución de la sensación de sed. Además es normal que los ancianos tengan cierto deterioro cognitivo, con esto pierden iniciativa, aunque sientan sed no van a ir a buscar líquidos.

El órgano encargado de la regulación del volumen de líquidos del cuerpo es el riñón, que sufre modificaciones en el anciano. Cuando el paciente se enferma y va a la cama, sobre todo si vive solo o pasa muchas horas solo, la incorporación de líquidos disminuye aún más. Si la enfermedad que padece se acompaña de vómitos o diarrea, la gravedad del cuadro clínico es mayor.

En este sentido, la familia o los cuidadores, ya sea en casa o en residencias de mayores deberán estar muy atentos a la previsión de la deshidratación. Los síntomas son sed, dolor de cabeza, la sensación de tener la boca “pastosa”, sequedad de piel y mucosas, falta de sudoración axilar... Cuando tienen otros tíntomas, como pueden ser dolores de cabeza, mareos o quedarse dormidos, ya es tarde. La deshidratación está instaurada.

¿Cómo se debe tratar la Deshidratación?

No debemos esperar a sentir sed para beber líquido, porque cuando la sed se hace presente, ya nos encontramos en el primer estadío de la deshidratación.