Recientemente, el antiguo Circuito Montjuic cumplió su 75 aniversario, motivo por el cual el mítico trazado catalán cerrado a las carreras desde 1975, recuperó la esencia de los grandes premios de fórmula 1 para deleite de más de 200.000 aficionados y profesionales del deporte del automovilismo. Más de 80 coches clásicos, auténticos vehículos de colección, revivieron por unas horas el antiguo circuito barcelonés y circularon por sus 3.790 kilómetros por modalidades. Entre ellos, un cirbonero afincado en Tudela desde hace muchos años, Ángel Ramírez de Ocáriz, aficionado al deporte de las carreras y asiduo de los grandes circuitos, quien acudió a la reapertura de Montjuic con su modelo Renault 8 TS. Mecánico de profesión y de 50 años de edad, Ramírez de Ocáriz, se considera “un profesional dentro de lo aficionado” y a lo largo de su vida ha logrado numerosos premios en los circuitos más importantes de España. También grandes satisfacciones. La última de ellas conocer a Emerson Fitipaldi, piloto brasileño que llegó a ser campeón del mundo y actualmente retirado de las carreras, quien acudió a Montjuic con su Lotus 72 y su hijo de meses, convirtiéndose ambos en el principal reclamo de la fiesta.
Con ellos coincidieron también el antiguo corredor de las 24 horas de Le Mans David Piper y el ex piloto de las escudería Ferrari y actual probador de vehículos Fórmula 1 en la misma, Mark Gené. Todo un espectáculo que Ángel Ramírez de Ocáriz ha descrito como “grandioso”. “Para mí conocer a Fitipaldi ha sido lo mejor. Él es mi ídolo de juventud y he podido comprobar que se trata de una persona sensacional y muy accesible. Me dijo que yo le recordaba un poco a él porque es ya mayor pero sigue conservando la misma ilusión por las carreras”, comentó el tudelano, al tiempo que confirmó que seguirá en la brecha por muchos años.
